Diario de León

Internet

Proyecto Hombre refuerza la acción con menores por el mal uso de las TIC

Constata el aumento de denuncias por conductas inapropiadas y se centra en formar al profesorado

El uso de la red para jugar online y realizar apuestas es uno de los riesgos presentes. JESÚS F. SALVADORES

El uso de la red para jugar online y realizar apuestas es uno de los riesgos presentes. JESÚS F. SALVADORES

Ponferrada

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El uso compulsivo y/o problemático de internet y las nuevas tecnologías por parte de los jóvenes ha llevado a Proyecto Hombre a reforzar, especialmente en el último año, la atención e intervención con adolescentes de entre 14 y 17 años. Un refuerzo que pasa también por la formación del profesorado y de las propias familias como agentes preventivos. Aunque «todavía es pronto» para saber de qué manera la pandemia ha influido en la utilización que los menores hacen de las TIC, más allá del incremento demostrado del número de horas de conexión, sí que ha habido un impacto psicológico que puede llevar a los más jóvenes a canalizar las emociones negativas a través de las nuevas tecnologías y ello derivar en comportamientos inadecuados. De hecho, Proyecto Hombre ha constatado un incremento del número de adolescentes que participan en sus programas con denuncias previas por hechos relacionados con esto.

«No es tanto el tiempo de uso como el uso en sí», explicó la directora de la organización, Tania Paz Ramón. Los riesgos más presentes están relacionados con la privacidad y la violencia: Difusión de imágenes y vídeos comprometidos, algunos de contenido sexual; compartición de excesivos datos personales a desconocidos, ciberacoso, extorsiones, amenazas o acceso a contenido inadecuado (violento, pornográfico y consumo de drogas, entre otros).

Alteraciones en los hábitos de vida y rutinas, aislamiento social y dificultades escolares son problemas derivados del uso excesivo o malo de las nuevas tecnologías. Por eso, a través del programa ‘Re-iníciate’, Proyecto Hombre desarrolla una intervención terapéutica con quienes ya presentan conductas inadecuadas y con sus familias.

Pero no solo eso, sino que la organización ha reconducido también los programas de prevención de drogas (Moneo, Ícaro, Dédalo e Indícale) añadiendo sesiones en las que se aborda, igualmente, la utilización problemática de internet y las TIC. En el último año, atendió a 128 menores y jóvenes, sobre todo chicos. También trabajó con 212 familias, principalmente madres.

Se perciben diferencias de uso en cuanto al género. Las chicas suelen centrarse más en el ocio comunicativo y las redes sociales, mientras que los chicos tiran por los videojuegos y/o el juego online, incluidas las apuestas deportivas. Una tendencia que «ya había empezado antes de la pandemia», aseguraron desde Proyecto Hombre.

«Lo que está claro es que lo que hemos vivido sí ha influido en nuestra salud psicológica y cuando hay un problema mental, los recusos que tienes a tu alcance son determinantes. Puede ser tecnologías, sustancias, etcétera. Nos llegan más casos de conflictos relacionados con el uso de las tecnologías como forma de expresar emociones generalmente negativas», explicó la directora de Proyecto Hombre. Por eso, la prevención es fundamental y ahí juegan un papel muy importante las familias, que muchas veces carecen de conocimientos que les permitan abordar correctamente la situación, y los profesores.

«Es importante que quienes educan tengan las habilidades y las herramientas necesarias, porque las nuevas tecnologías y las redes sociales son máquinas muy potentes», afirmó Tania Paz Ramón. En el último año, Proyecto Hombre ha trabajado con 18 educadores de colegios y centros de protección y ha formado a una veintena de profesores para que aprendan a intervenir de manera preventiva en el ámbito escolar.

Los números no engañan y obligan a replantear las formas en las que se aborda la utilización de la tecnología. Según los datos que manera Proyecto Hombre y que le han servido de base para reforzar la intervención en el caso de las TIC, casi tres de cada diez mujeres jóvenes hace un uso compulsivo de internet y un 15% de los varones jóvenes juega dinero online. El riesgo más habitual al que se exponen los adolescentes de entre 14 y 17 años es la difusión de contenido comprometido y el 75% de los menores ha sufrido alguna vez algún tipo de violencia online. En lo que al sexting (envío de mensajes sexuales, eróticos o pornográficos) se refiere, casi un 15% de menores ha enviado imágenes y prácticamente tres de cada diez las han recibido. Y la tendencia es al alza.

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