Diario de León

Entrevista | Juan Aguiire (Amaral)

«Queremos que la gente que venga al concierto salga feliz, con energía positiva»

Ponferrada

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Eva Amaral y Juan Aguirre son Amaral. Con ellos no hacen falta presentaciones. Desde que hace 22 años publicaron su primer disco de estudio, su trayectoria ha sido ascendente, siempre sin miedo a los cambios, a probar cosas nuevas, a evolucionar. Y eso han hecho en su último álbum. Salto al color (2019) es optimista y vital, invita a bailar a quien escucha, con sonidos nuevos y base electrónica. Nada más oportuno en un momento en el que si algo hace falta es alegría.

Amaral era cabeza del cartel de la segunda edición del Planeta Sound Festival que se iba a celebrar en Ponferrada este fin de semana. El coronavirus lo ha impedido, pero Amaral estará en la capital berciana como Eva y Juan, en acústico. Solos en el escenario del Auditorio Municipal. Será el día 25, a partir de las 22.00 horas. Antes, Diario de León ha hablado de Juan Aguirre.

—Ponferrada no tendrá que renunciar al concierto de Amaral pese a la suspensión del Planeta Sound Festival.

—Los mismos organizadores de lo que iba a ser la gira Salto al color antes de la pandemia han tenido la idea de ofrecerle a la gente música en la medida en la que las condiciones sanitarias lo permiten. Cuando nos lo propusieron, nos pareció buena idea. Mientras esto se va superando y va llegando una situación más parecida a la anterior, nos pareció buena idea poder viajar y tocar en directo.

—Ha sido una reinvención exprés.

—En realidad, para Eva y para mí tampoco es una reinvención porque el hecho de tocar con guitarras acústicas y con muy pocos elementos lo hemos hecho ya en programas de televisión y de radio. Pensábamos que este año no iba a haber música en directo. Entonces, nos propusieron esto y preferimos viajar con un equipo reducido de gente, con nuestros técnicos más cercanos, y hacer música como las circunstancias lo permiten que no hacer nada.

—¿Qué se va a encontrar el público?

—Vamos a estar Eva y yo en el escenario con distintos tipos de guitarras, con distintos sonidos y vamos a tocar canciones de los ocho discos de estudio que hemos grabado hasta la fecha. Hemos tocado ya en Bilbao y en Huesca y ha sido muy emocionante, porque para mucha gente ha sido el primer concierto al que asistían después de todo el confinamiento. Ha sido bonito, emotivo y con mucha energía.

—¿Cómo fue la primera vez en un escenario después de lo que ha pasado?

—Fue en Bilbao, en el Palacio Euskalduna, con la mitad del aforo, con la gente separada. Y fue una especie de ovación. El público empezó a aplaudir y nosotros a aplaudirles a ellos y pasó un rato hasta que empezamos a tocar. Fue un reencuentro.

—¿Cómo habéis hecho para prepara esta gira en acústico?

—Han sido cuatro semanas de encerrarnos en el estudio Eva y yo, con distintos tipos de guitarras, con micros y con algunas bases de electrónica y otros instrumentos esparcidos por el sitio donde ensayábamos. Así va a ser en el escenario, vamos a tener todos esos juguetitos repartidos para ir introduciéndolos en las distintas canciones.

—Algo muy diferente a lo que habíais preparado. La de ‘Salto al color’ era una gira multitudinaria, con más de 30 conciertos y una puesta en escena de peso.

—Sí, había una parte escenográfico y visual importante. Era una gira con un banda completa que tardará más tiempo en volver. Pero, ahora mismo, en lo que nos centramos Eva y yo es en ese próximo concierto en Ponferrada. Queremos que la gente que venga salga de allí feliz, con energía positiva. Yo creo que, en general, la gente que trabaja en danza, teatro o música lo que quiere es transmitir emociones a la audiencia y que salgan felices.

—Precisamente, energía positiva y buen royo es lo que trata de transmitir vuestro último disco en un momento en el que hace falta.

—El ser humano tiene en su mano el encarar las cosas siempre con energía positiva. No con una especie de alegría banal, pero sí con energía positiva, con la sensación de valorar las cosas importantes. Si algo bueno podemos sacar de esto que hemos vivido es que nos ha hecho valorar aquellas cosas que teníamos más cerca y de las que, a lo mejor, no nos percatábamos. La cosa más pequeña, como tomar un café con tus amigos o, simplemente, salir a caminar por la ciudad.

—¿Qué tiene ‘Salto al color’ diferente a los otros discos?

—Sobre todo la electrónica, sonidos que no habíamos empleado nunca y bases que tienen que ver con el baile. Aunque hay muchas canciones que se pueden tocar con una guitarra acústica y escucharlas, por ejemplo, con la luz apagada a mucho volumen tirado en tu cuarto; hay otras muchas canciones con bases que sirven para bailar.

—¿En un disco más feliz que sus predecesores?¿Más vitalista?

— En realidad, en todos los discos hemos hablado de lo que sentíamos ante las cosas más importantes de la vida y las relaciones humanas. Eso es lo básico y lo que ha alimentado nuestras canciones desde el principio. Vemos cada canción como una de pequeña película donde cuentas algo que te pasa a ti o que siente alguien que te rodea. Dentro de eso cabe todo. Un disco pasa por muchos estados de ánimo. Hay canciones que son más reflexivas y otras más impulsivas, pero siempre hemos escrito de la misma manera, dejándonos llevar por el instinto, por la parte más irracional.

—¿Os gusta que os encasillen en un estilo concreto?

—La verdad es que nos da igual. Yo creo que lo mejor de los estilos es saltar por encima de ellos. Es como las calles, que están hechas para cruzarlas, para volver a casa por un camino diferente cada día y para explorar. La música corre muy paralela a la vida y lo esencial es la aventura, es sorprenderte, experimentar cosas y no saber a dónde te lleva una calle que has elegido. Lo mejor es probarlo todo.

—Lo cierto es que pese a los cambios y a lo que habéis evolucionado desde el primer disco, el sonido Amaral siempre es reconocible. ¿Esa es la clave del éxito?

—Eso es una pregunta que me gustaría saber responder. Muchas veces nos han preguntado cuál es la base de vuestro éxito, No lo sé. Yo creo que eso hay que preguntárselo a la gente. Tenemos es un sentimiento de agradecimiento al público y a la prensa, porque desde que empezamos a tocar en Zaragoza la gente venía a nuestros conciertos cada vez más y creyó en nuestra música. Hay una especie de energía que se crea cuando salimos a tocar en directo que es muy difícil de explicar con palabras. Lo único que podemos hacer es sentirnos muy agradecidos e intentar hacer los mejores conciertos que podamos en cada momento para devolver al público y a la música todo lo que nos ha dado.

—¿Crees que el coronavirus cambiará la industria musical?

—Pues no lo sé, casi tengo más curiosidad que respuestas. Te puedo decir cómo me gustarían que fueran las cosas, pero a nivel general. Me gustaría que aprendiéramos una lección, que aprendiéramos a tener empatía con quienes lo están pasando mal, que nos pusiéramos en la piel del otro. Yo creo que en todos los sectores se va a notar la influencia de lo que estamos viviendo.

—¿A ti te ha ayudado la música?

—Por supuesto. Y los libros, las series de televisión y el deporte. Hemos vivido esto como la mayoría de la gente, con días de incertidumbre y días de tristeza, pero ahora toca remontar y centrarnos en esta gira. En Ponferrada vamos a intentar hacer el mejor concierto que podamos.

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