Diario de León

El rally de los seiscientos kilómetros al volante de diez coches centenarios

El Rally Protagonistas llega a Ponferrada con Luis del Olmo

Luis del Olmo, copiloto en el Hispano Suiza amarillo de Juan Tapia, a su llegada a Ponferrada. L. DE LA MATA

Luis del Olmo, copiloto en el Hispano Suiza amarillo de Juan Tapia, a su llegada a Ponferrada. L. DE LA MATA

Ponferrada

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Llegó en el asiento del copiloto de un Hispano Suiza amarillo con el volante a la derecha y un motor de 7,2 litros que ya ha cumplido los 101 años. El modelo H6B fabricado en 1922 llevaba la capota retirada, matrícula de vehículo histórico, y lo conducía un habitual del Rally Protagonistas; el coleccionista Juan Tapia. Y cuando se bajó del automóvil después de un corto paseo por Ponferrada, después de saludar al candidato del PP a la Alcaldía, Marco Morala, que le estaba esperando en el aparcamiento de la plaza Tierno Galván, y a las locutoras de Onda Bierzo Yolanda Ordás, y a Sonia Linares, la mujer y la hija de su buen amigo Ignacio Linares, le pasó la mano por el hombre al periodista de Diario de León y emocionado le dijo: «Esto es un sueño que no creía que se podía repetir».

A sus 86 años, retirado de los micrófonos después de haber emitido más de 12.000 programas de su espacio Protagonistas en distintas cadenas de radio entre 1969 y 2013, Luis del Olmo, volvió a ser este viernes el hombre con el que la gente se quería retratar. Rodeado de diez vehículos centenarios, o casi, venerables ancianos del motor que hasta el domingo recorrerán más de seiscientos kilómetros desde que partieron de Segovia, era con Del Olmo y no tanto con los Hispano Suiza, con el Cadillac o el Rolls Royce, el Packard o el Jaguar que formaba parte del pelotón con quien los ponferradinos querían una foto. «El venir a mi pueblo es una fiesta», acertó a decir el locutor jubilado mientras revivía, seguro, otros rallys, otras emisiones de su espacio de radio en la capital berciana, cuando su presencia y su influencia movilizaba a políticos, artistas y otros ‘protagonistas’ de la actualidad, o aquellos premios Micrófono de Oro que durante un tiempo se entregaron en la ciudad y donde cada premiado llegaba al lugar de la gala en un vehículo como los que este viernes volvieron a circular por sus calles.

Después, cuando Del Olmo dejó el aparcamiento, y se fue Morala, y Yolanda Ordás, y los coches se quedaron solos con los curiosos, dos de sus conductores, propietarios orgullosos de un Bentley y un Jaguar, acceden a pasar revista a los diez magníficos, casi todos fabricados antes de la Segunda Guerra Mundial, que siguen circulando por las carreteras de España sin que la mecánica les traicione.

«Por cincuenta o sesenta mil euros puedes conseguir uno, pero no vale de nada tener dinero para comprarlo si no sabes como los mantener y qué es lo que vas a hacer con él», decía Juan Félix Cid, que se estrena en el Rally recuperado después de diez años al volante de un elegante Jaguar MK IV negro de 1948, mientras señalaba el Rolls Royce Phantom II de 1933 que forma parte del Rally. Y a su lado, Paco Pueche, conductor de un Bentley inglés de 1933 —«no me gustan los coches alemanes», aseguraba— y propietario de más de medio centenar de vehículos clásicos, le daba la razón. «Hay quien tiene un coche como estos aparcado en el garaje, estropeándose, o lo usa para ir a comprar el pan y que lo vean. No es eso...».

Porque a los tres viejos Hispano Suiza como el de Juan Tapia, el modelo cabriolet de 1926 aparcado a su lado, o el de 1926 de color verde oscuro, al Packard americano de 1922, al Cadillac de 1939, a los tres Bentley, no digamos al Jaguar y al enorme Rolls Royce Phantom II, hay que darles la opción de hacer kilómetros por carretera con ellos. Son coches, lo saben muy bien quienes los conducen, que no se hicieron para jubilarlos.

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