Renovables: respeto al patrimonio rural y corte a la especulación
Los proyectos eólicos que se presenten deberán garantizar el patrimonio natural y la biodiversidad de los territorios y no todos los planteados saldrán adelante. Este fue el mensaje que la directora del Instituto para la Transición Justa (ITJ), Laura Martín, quiso enviar ayer tanto a los promotores como a los opositores de los parques eólicos presentados, principalmente para el Bierzo Oeste.
Preguntada la fuerte oposición que ha surgido ante la proliferación de macroproyectos de energía eólica, Martín dejó claro que la postura del Gobierno pasa por respetar los entornos rurales y evitar la especulación. «No necesitamos todos esos proyectos renovables anunciados para cumplir los retos», aseguró.
«Estamos trabajando muy seriamente en este tema. Que se soliciten los proyectos no quiere decir que vayan a salir», afirmó la directora del ITJ, aclarando que «el despliegue de las renovables debe hacerse de acuerdo a una lógica del territorio». «El impacto del cambio climático no nos permite dilatar los tiempos, pero sí hacerlo bien que los que salgan no sean proyectos de carácter especulativo, sino que tengan un impacto positivo», añadió el secretario general para el Reto Demográfico. Francisco Boya aseguró que el Gobierno ha articulado las medidas para frenar cualquier afán especulativo y también incidió en la necesidad de «transmitir a las comunidades locales que se abre una gran oportunidad» con las energías renovables. «Estamos hablando de un sector clave para el desarrollo. El mundo rural necesita reformular el relato de la energía», dijo.
La apuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico pasa por potenciar proyectos energéticos a pequeña escala. «Estamos trabajando en ver cómo potenciamos lo pequeño a través del autoconsumo y las comunidades energéticas», apuntó la directora del ITJ. Y en ese proceso de análisis, la Ciuden también puede jugar un papel fundamental. «La energía tiene un papel clave para el mundo rural, pero hay que definir qué energía, qué modelos y cómo se adaptan al territorio. La Ciuden es un marco perfecto para poder hacer esos estudios a escala», consideró Francisco Boya.