Diario de León

La reparación de los viaductos de la A-6 en Vega se prolonga a fin de año

Los técnicos están sorteando dificultades técnicas en los tableros y pilas de Ruitelán y Las Lamas

Ponferrada

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La reparación en la autovía A-6 de los viaductos más altos y largos del Bierzo —los de Ruitelán y Las Lamas, en el municipio de Vega de Valcarce, cerca del puerto de Piedrafita— siguen dando quebraderos de cabeza a la Demarcación de Carreteras del Estado que lleva el mantenimiento en esta parte de la provincia de León desde Coruña.

El lunes 17 de febrero de este año se cortaba al tráfico uno de los viales de subida hacia el puerto de Piedrafita, tanto en dirección Galicia, como en sentido Ponferrada. El motivo era la acometida de una revisión profunda de los dos viaductos y la renovación de los sistemas de contención de vehículos, pretiles, asfaltado, así como diversos trabajos en tableros y pilas de estas dos grandes obras de ingeniería, para mejorar el estado general de conservación.

Las obras se llevarán una partida de 6 millones de euros del Ministerio de Fomento y la previsión inicial era que todo estuviera terminado el pasado mes de julio. Pero, las cosas se han complicado y según indican desde la Demarcación de Carreteras del Estado en Galicia, que se encarga del tramo de la autovía A-6 hasta Villafranca del Bierzo, los trabajos no finalizarán hasta finales de este año. Esto supondrá que se mantengan las medidas de restricción del tráfico rodado en la zona, con parte de los viales cortados y que, aún cuando no se dan grandes retenciones, sí se producen en ocasiones aglomeraciones de tránsito pesado, especialmente los lunes y los viernes en esta zona de subida y bajada a su paso por Vega de Valcarce. En este caso, las demoras de los trabajos no son atribuibles por el Ministerio de Fomento a las circunstancias que ha impuesto la pandemia del coronavirus en muchos sectores. Sí afectó el ritmo de los trabajos de reparación de juntas de dilatación de los viaductos en las dos semanas que paró el sector de la construcción al inicio del confinamiento, que coincidió con los días previos y centrales de la Semana Santa. Pero, por lo demás, las labores han seguido al ritmo que ha impuesto la situación de deterioro de estos dos viaductos, uno de 422 metros de largo (el de Ruitelán) y el otro de 240 metros, el de Las Lamas.

Vial interautonómico

La Demarcación de Carreteras de Galicia es la encargada de las mejoras de la A-6 hasta Villafranca

Ayer era fácilmente apreciable en la zona la situación de máxima precaución con la que tienen que circular por esta zona los vehículos. Afecta a los tramos de la autovía comprendida entre los kilómetros 422 y el 429 de la A-6. Aquí no se puede superar la velocidad de 80 kilómetros por hora.

La previsión que mantienen los responsables delegados del Ministerio de Fomento en Galicia para esta autovía es que los trabajos de restauración y conservación estén terminados antes de que llegue la campaña invernal. Se teme que la llegada de las heladas o la nieve a Piedrafita pueda entorpecer más la recuperación de la normalidad del tránsito rodado en esta zona. En la Demarcación de Carreteras no se olvidan de que el otoño del 2019 fue complicado por las condiciones meteorológicas, pero sin dar una fecha concreta sí confían en que antes de que acabe el año se abran de nuevo al tráfico con normalidad los dos viaductos. La inversión de 6 millones de euros en esta zona es la segunda más importante desde que se produjera el desplome del talud de La Escrita, que supuso reparar aquello 26 millones de euros.

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