Diario de León

HISTORIAS CON HISTORIA

El retrato berciano de Lenin

El Museo Nacional de Artes Decorativas tiene en sus fondos una obra de Norberto Beberide para ilustrar un libro en 1927

Portada del libro , obra del pintor berciano Norberto beberide en 1927.DL

Portada del libro , obra del pintor berciano Norberto beberide en 1927.DL

Ponferrada

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Es una portada pionera y sorprendente, obra de un berciano, Norberto Beberide. Y muy poco conocida.

  De los pocos ejemplares, uno se conserva en el Museo Nacional de Artes Decorativas (MNAD) de Madrid y muestra un retrato de Lenin, el histórico dirigente ruso de la Revolución de Octubre. Dentro de cuatro años, en 1927, se cumplirán cien años de su publicación como portada para un libro de Rodrigo Soriano, publicado en París por la Agencia Mundial de Librería; ‘San Lenin’ es el título de la obra.

El MNAD reúne colecciones de las llamadas «artes industriales» o «menores» (muebles, cerámicas y vidrio, textiles...), principalmente de los siglos XV y XX. Sus 60 salas de exposición ocupan un palacio cerca del parque del Retiro, en la calle Montalbán, a pocos minutos de distancia del Museo del Prado. 

   Los ilustradores de la primera mitad del siglo XX como Beberide, dice en su ficha, que se puede consultar en la web de las colecciones del Estado, fueron pioneros del diseño gráfico, «pues sentaron las bases para el desarrollo de la industria del diseño gráfico».

 

   En los primeros años del siglo XX los ilustradores recibían sus encargos de diversas industrias y sectores. Eran proveedores para las empresas de publicidad, las empresas periodísticas y las editoriales. En los trabajos de estos artistas se aunaba la estética contemporánea, lo funcional y el compromiso político, dice también. «En las portadas de estos libros sus imágenes son auténticos mensajes destinados a captar la atención del posible lector y transmitiendo en cada imagen el contenido de las publicaciones. Para ello utilizaron las más novedosas técnicas gráficas del momento, como por ejemplo los montajes y collages fotográficos», argumenta, en concreto, en la ficha de Beberide para formar parte de la colección.

  Rodrigo Soriano Barroeta-Aldamar (San Sebastián, 1868-Santiago de Chile, 1944) fue un político, literato, abogado, diplomático y periodista español. De ideología republicana, obtuvo varias veces escaño de diputado en las Cortes de la Restauración a lo largo del primer tercio del siglo xx. El inicio de la guerra civil le sorprendió desempeñando el cargo de embajador de España en Chile, donde murió.

  De Beberide (Villafranca del Bierzo, 1908-1991) se han hecho muchos elogios. Sirva lo que de él dijo Victoriano Crémer en este periódico, al poco de fallecer el pintor. «Si existe un hombre en la tierra con mayor caudal de fuerza para el dominio de la utopía, este fue sin duda Norberto Beberide, ese berciano maravillosamente enloquecido,  al modo de Don Alonso el Bueno, capaz de reconstruir mundos y de otorgar vida a cuanto ennoblecía con su mirada tristemente  penetrante. Porque la vitalidad de Norberto iba por dentro, de ahí ese color apagado de su sonrisa, y el gesto dominado de su cabeza, tan perfectamente dibujada».

   En 1912 se creó el Museo Nacional de Artes Industriales, que en los años 30 recibiría el nombre definitivo de Museo Nacional de Artes Decorativas. Se pretendía con él fomentar la cultura artística y técnica en el público, en los artistas y en los fabricantes, mediante la exposición de ejemplos que mostrasen el alto grado de perfección alcanzado por las manufacturas. También a la hora de ilustrar un libro.

El lema del museo es  hoy “Diseñar nuestro entorno”. Supone la concepción del diseño como “concepto matriz”. En otras palabras, ‘Diseñar nuestro entorno’ quiere interpretar la cultura material y las ideas, «para difundir y contribuir activamente a crear un entorno vital de calidad desde la responsabilidad social», explican desde la institución.

  Para el Instituto de Estudios Bercianos, Beberide fue un un pintor vocacional. «Sus dibujos se caracterizan por un trazo espontáneo y de facciones seguras, mostrando la psicología de los personajes retratados. Gustaba de emplear papeles de diferentes texturas.. Su éxito se basó en la originalidad y modernidad que imprimió a sus ilustraciones, pergaminos, dibujos y caricaturas, dotándolas de interés iconográfico y artístico». Siempre estuvo ligado a su Villafranca natal. Allí residió la mayor parte de su vida y en la ‘Pequeña Compostela’ se ha erigido una escultura. La escritora Amparo Carballo publicó un libro sobre su biografía. El día de su entierro, Ramón Carnicer definió a Beberide como uno de los artistas más genuinos que ha dado el Bierzo. En Villafranca, además de carteles y programas de mano, se encargó de la restauración de los gigantes y cabezudos.

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