Vídeo | Sin revisor para llegar a coger el AVE en León

El viaje en el primer Regional que sale de Ponferrada muestra el deterioro del ferrocarril en el Bierzo, hasta el punto de que Renfe no dispone de revisor para el control de sus pocos viajeros de primera hora. Así lo pudo comprobar ayer este periódico, en un viaje que dura dos horas entre ambas ciudades, tantas como de León a Madrid el AVE.

El primer tren de Ponferrada a León sale de la capital del Bierzo a las 5:15 de la madrugada y tiene su llegada a las 6:56, catorce minutos antes (7:10) de que parta el convoy de alta velocidad con destino a la capital de España. Si va bien de tiempo, se pueden enlazar los dos, aunque el viaje sea como el día y la noche. El Regional de Ponferrada —la gama más baja de trenes en circulación— nada tiene que ver con el servicio más rápido que ofrece Renfe en León, empezando por su aspecto, descuidado aunque limpio, con restos de grafitis en los rebordes de las ventanas exteriores y asientos que dan muestra de que las dos unidades del convoy, ayer, tenían ya bastantes años de servicio.

El tren es la única forma de acercarse a León desde Ponferrada si sólo se tiene la opción del servicio público para coger el AVE de primera hora, ya que el bus no sale hasta las seis y ya no llega a tiempo. Ayer, menos de una decena de viajeros se subieron al tren en todo el recorrido, la mayoría en Ponferrada. Tres peregrinos, otras dos personas con maletas y el resto por motivos de trabajo o gestiones en la capital. El Regional tiene parada en San Miguel de las Dueñas, Bembibre y Torre, donde llega a las 5:37, antes de afrontar el lazo del Manzanal. Para también en Brañuelas y Vega-Magaz y en Astorga está, según el horario, a las 6:19; después, ya sólo tiene parada en Veguellina antes de llegar a León.

El tren funciona con un maquinista y los billetes, o se pagan con antelación o con tarjeta, o no se pueden comprar, salvo que se abone al revisor, si lo hay algún día, ya que la taquilla de Ponferrada tiene su hora de apertura a las seis de la mañana. Al menos, eso pone en el cristal de la ventanilla del hall de la estación.

El primer signo del ocaso del ferrocarril en el Bierzo, después de la decisión política de que la alta velocidad entrara a Galicia por Zamora y Orense, lo muestra el propio cartel de Ponferrada en la fachada principal de la estación. A la f le falta una bombilla, y no de ayer; lleva ya algún tiempo.

La estación abre a las cuatro pero no tiene ningún servicio hasta las 5:15 con el Regional. Un paseo por el andén muestra también el deterioro en la parte más lejana y la gran cantidad de edificios vacíos y cerrados, sin actividad. Hasta al estilo de las locomotoras de MSP amontonadas en la otra parte del puente del ferrocarril, al final del andén existe una vía de servicio donde están aparcados antiguos vagones de mantenimiento. Se ve que vivió mejores épocas y que Ponferrada fue en su día una estación importante entre León y Monforte. Al llegar a León, los pocos viajeros bajan del tren sin que nadie les pregunte por el billete.