Diario de León

La España Vaciada

Santa Cruz recompone parte de su pasado

Un grupo de vecinos ha restaurado la cabaña de pastoreo de una braña abandonada en la que la Junta Vecinal prevé recuperar más de 50 hectáreas de pastos para el aprovechamiento ganadero

Ponferrada

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Hay un dicho elemental que afirma que la unión hace la fuerza y no por manido deja de tener razón. Si no que se lo pregunten a los vecinos de Santa Cruz del Sil, que se han arremangado para recuperar del olvido una cabaña de pastoreo construida hace más de 300 años que de no ser por su decisión probablemente no pasaría de este invierno.

Piedra a piedra, han levantado de nuevo un refugio de ganaderos que formó parte de un conjunto en el que había otras siete cabañas individuales de las que solo quedan restos.

La restaurada era la mayor de lo que en Santa Cruz llaman la Braña de Arriba. Una zona tradicional de pastoreo antes de que la mina ahogara a la ganadería.

Más de 300 años

Es la edad de la cabaña original, que fue restaurada por última vez en el año 1943

Una docena de vecinos se han involucrado directamente en esta obra de homenaje al pasado que partió de la iniciativa de la Junta Vecinal.

Han sido doce los que han puesto la manos, pero hay quienes han colaborado con la voluntad. Algo más de 2.000 euros se han invertido hasta ahora en la puesta a punto.

La mayoría han corrido por cuenta de la Junta Vecinal de esta localidad perteneciente a Páramo del Sil, pero hay vecinos que han aportado dinero o material.

El 8 de septiembre comenzaron los trabajos y a día de hoy la obra ya está prácticamente rematada. Falta acondicionar el suelo interior y colocar una chimenea y escaños para el descanso.

Fuera, queda por poner la puerta de 1943 que han restaurado y las ventanas. También una mesa.

Y a medio plazo, se construirá un pilón para el ganado, porque el proyecto va más allá de lo meramente emocional y el objetivo de la Junta Vecinal que preside Mari Paz González es recuperar más de cincuenta hectáreas de pastos en esta zona para favorecer la actividad ganadera.

Un paso imposible

Los vecinos han tenido que reabrir una pista de más de tres kilómetros tomada por el monte bajo

El camino hasta conseguir la restauración de uno de los bienes del patrimonio etnológico de Santa Cruz no ha sido fácil. Primero, porque la cabaña no figuraba en el inventario del pueblo.

Hubo que hacerlo. Después, porque llegar hasta ella era imposible, así que hubo que abrir una pista de tres kilómetros y medio (la pista de la zorrica) que antes era monte bajo. Para esta tarea, los vecinos han contado con la colaboración del Consejo Comarcal del Bierzo.

Con el paso descubierto, empezó la reconstrucción. Hacía casi 80 años que nadie tocaba la cabaña a excepción de los puntales que dos vecinos colocaron a principios de los 90 para evitar que el tejado se viniera abajo. Una acción que sirvió a su fin hasta ahora.

La presidenta de la Junta Vecinal de Santa Cruz del Sil está segura de que han actuado in extremis por el estado en el que se encontraba esta construcción, ubicada a más de diez kilómetros del pueblo y por encima de los 1.500 metros de altitud, entre los montes de Pardamaza y Primout, con quienes Santa Cruz mantuvo pleitos durante años por la titularidad de una braña que ahora «estaba abandonada», recuerda y reconoce Mari Paz González.

Las vistas desde allí arriba son espectaculares y eso ha sido uno de los revulsivos para restaurar la cabaña de pastoreo.

Su aprovechamiento para quienes encuentran en el monte un destino de recreo es una opción, pero detrás de esta acción hay también «un fin económico».

Respaldo ganadero

El siguiente paso será solicitar autorización a la Junta de Castilla y León para una silvopastoral

En el pueblo hay quien ha apostado por la ganadería y recuperar los pastos a los que la vegetación le ha ido ganando terreno década a década es la segunda fase del plan. «Solicitaremos autorización a la Junta de Castilla y León para recuperar más de cincuenta hectáreas para el ganado», afirmó González.

Al margen de cualquier proyecto de futuro, lo cierto es que la restauración de este refugio ha removido las entrañas de los vecinos de mayor edad que sí lo llegaron a utilizar cuando tenían que hacer noche con las vacas.

En esta cabaña, como en otros vestigios de la arquitectura popular rural, reposa parte del pasado de Santa Cruz del Sil que, antes de rendirse por completo a la actividad minera, vivía de la ganadería, al igual que otros pueblos de la contorna que ahora buscan alternativas tras quedarse huérfanos del carbón.

Recuperar la esencia y rellenar esa parte del país que se ha vaciado forma parte de la apuesta.

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