Diario de León

Segunda denuncia por caza furtiva en el Bierzo en tan solo quince días

El Seprona sorprendió a dos cazadores con un rebeco abatido en plena noche en Balboa

El rebeco abatido por los dos furtivos en los montes de Balboa y el material utilizado. GUARDIA CIVIL

El rebeco abatido por los dos furtivos en los montes de Balboa y el material utilizado. GUARDIA CIVIL

Ponferrada

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Una patrulla del Servicio de Protección de la Natural (Seprona) de la Guardia Civil de Ponferrada sorprendió a dos cazadores furtivos con un rebeco que acababan de abatir en los montes del municipio de Balboa. Fue en la noche del pasado 27 de octubre, tan solo quince días después de que otro cazador furtivo fuera interceptado con las cabezas de dos ejemplares macho de cabra montés en Candín, dentro de la Reserva Regional de Caza de los Ancares. Tanto este como los dos últimos han sido denunciados. Estos, por una infracción tipificada como muy grave en la Ley de Caza de Castilla y León, por caza furtiva nocturna.

Los agentes del Seprona de Ponferrada están haciendo labores de vigilancia rutinarias en el marco del operativo de prevención contra la caza furtiva y gracias a esa labor localizaron a los cazadores cuando iban en retira tras abatir al animal. Fue en una pista forestal ubicada entre las localidades de Villafeile y Cantejeira, dentro del coto privado de caza de Balboa que limita, precisamente, con la Reserva Nacional de Caza de Ancares.

Durante la identificación realizada por parte de los agentes, los dos furtivos fueron sorprendidos portando un arma larga rayada, cartuchería metálica y un monóculo de visión nocturna. Además, en su vehículo trasportaban al ejemplar de rebeco sin precintar. Todo ello fue decomisado.

En el caso del furtivo de Candín que mató a dos cabras monteses el 12 de octubre, fue visto por el celador mayor de la Reserva Regional de Caza, que inmediatamente avisó al Seprona de Fabero. Aunque el después denunciado trató de ser interceptado abandonando el lugar por una escarpada ladera del pico Miravalles, donde abatió a los animales, la Guardia Civil lo interceptó en el puerto de Ancares. Este llevaba el arma que acababa de utilizar camuflada en una mochila modificada para ello.

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