El tercer Máster de Enología echa a andar con presencia internacional

El tercer curso del Máster de Viticultura, Enología y Gestión de Empresas Vitivinícolas del Campus de Ponferrada de la Universidad de León (ULE) ya está en marcha con una decena de alumnos y, por primera vez, presencia internacional, ya que dos de ellos provienen de México y Argentina.

El resto de procedencias se reparten por toda la provincia leonesa, principalmente el Bierzo. Se suman así a los 28 nombres de quienes han cursado este título de postgrado en sus dos primeras ediciones, desde el año 2019.

Un máster que se mantiene a medio gas, teniendo en cuenta que el número de plazas ofertadas cada año oscila entre las 20 y 30; pero que ha demostrado ser vital para la profesionalización de quienes quieren sumar un valor añadido a su currículum y tener opciones más sólidas dentro de un sector económico en auge en el Bierzo.

Es verdad que la mayoría de los inscritos en el Máster de Enología proceden del sector. Son personas que se dedican profesionalmente a alguna de sus ramas, muchos en bodegas y empresas familiares, pero que no tienen una titulación que lo acredite o no se han especializado. De esta forma lo consiguen.

No obstante, los perfiles son mucho más diversos. Ingenieros forestales e industriales, químicos, graduados en Derecho o Económicas y Empresariales, ingenieros agrónomos y titulados en Comunicación, entre otros.

Todos forman parte del plantel de alumnos de un título de postgrado que «te permite aprender lo que todavía no está en los libros de viticultura», subrayó el profesor Javier Anadón.

Anadón es uno de los principales valedores de un máster ambicioso que puede ser la llave del futuro, ya no sólo porque permite actualizar conocimientos, aprender nuevas técnicas y enfrentarse a tecnologías más avanzadas; sino también porque propicia la creación de una red de contactos y entrar de lleno en un sector a priori cerrado para determinados profesionales.

El caso del ingeniero industrial Álvaro de Arriba es un ejemplo claro. Él es el copropietario de una empresa de construcción e ingeniería ponferradina que quiere especializarse en dar soluciones de construcción, instalación y mantenimiento de sistemas en bodegas e infraestructuras vitivinícolas.

El máster le ha permitido descubrir las claves de un sector hasta ahora desconocido para él y aprender a valorar lo que valoran los bodegueros a la hora de realizar algún proyecto en sus instalaciones. También le ha servido para crear una cartera de contactos a los que, de otra forma, no hubiera tenido acceso.

«Este título aporta nueva formas de ver las cosas, nuevas técnicas que los alumnos desconocen, nuevas tecnologías. Por ejemplo, nosotros fuimos de los primeros que empezamos a hablar de la viticultura de precisión o de la últimas técnicas en desarrollo de levaduras», subrayó el profesor Anadón.

Una labor teórica y práctica que se desenvuelve en una planta piloto ubicada en el Campus de Ponferrada y dotada de todo el material y la maquinaria necesarios. Embotelladora, filtros, depósitos, corchos, despalilladora. «Hay de todo a pequeña escala y es tremendamente útil para quienes desconocemos muchas técnicas», explicó Begoña Lordén.

Ella es viticultora y hasta su participación en el máster desconocía muchas partes del trabajo que se hace en bodega. «Te abre la perspectiva», explica

Lordén defiende la formación como la base de un sector vitivinícola fuerte y, precisamente, en el Bierzo echa en falta más profesionalización, sobre todo en el campo de la viticultura, en el trabajo a pie de viña. Por eso avala la utilidad del título de postgrado que se imparte en el Campus de Ponferrada como una herramienta para mejorar personal y profesionalmente a título particular, pero también para propiciar una mejoría del sector a nivel general.

Mario Blanco es otro de los perfiles menos comunes entre el alumnado. Estudió Comunicación Audiovisual y su relación con el sector del vino le viene de familia.

Pese a ello, no había contemplado la opción de entrar de lleno en el trabajo de la bodega familiar hasta hace algo menos de tres años. En ese proceso de cambio profesional medió el máster. Fue su primera toma de contacto con el sector a nivel formativo y actualmente es uno de los socios. El postgrado le dio el empujón definitivo para apostar por lo que ahora hace.

Para David Rodríguez Ayer, el Máster de Viticultura, Enología y Gestión de Empresas Vitivinícolas fue una manera de reverdecer después de años dedicado al trabajo de director técnico en una bodega. «Te permite ampliar conocimientos y estar actualizado para no quedarte atrás. Hay que verlo como una inversión a futuro. A mí, particularmente, me renovó, me di un plus, un empujón para volver a arrancar. Me dio vidilla, me despertó, porque parecía que me estaba quedando estancado», subrayó.

El máster siempre inicia la marcha en el mes de enero —el presente curso comenzó hace dos días—y no en septiembre, como el resto de titulaciones. Se imparte los viernes y sábados de cada semana y el precio de la matrícula es de 3.000 euros pero, con el número actual de alumnos, la mayoría puede acceder a alguna de las becas ofertadas por el Ayuntamiento de Ponferrada, el Consejo Comarcal del Bierzo y el Consejo Regulador de la Denominación de Origen de los Vinos del Bierzo. Cubren la mitad del importe.

Además, la vinculación entre la Universidad y el alumnado que participa en el postgrado no termina cuando se presenta el trabajo fin de máster, sino que se mantiene una red de contacto para que los ya egresados estén al tanto de ciclos formativos, diferentes cursos, simposios, conferencias y ofertas del trabajo relacionadas con su actividad que les puedan interesar.