Diario de León

El último cambio de las 500 pesetas de Mariano Benlliure

En la tienda que Margarita regenta en el centro de Ponferrada, la peseta sigue siendo moneda de pago aunque ya le queda el tiempo contado

La tendera sostiene un fajo de billetes y exhibe los que todavía están de su mano. ANA F. BARREDO

La tendera sostiene un fajo de billetes y exhibe los que todavía están de su mano. ANA F. BARREDO

Ponferrada

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Margarita Carrera vio por primer vez un billete de 500 pesetas con el retrato del escultor Mariano Benlliure cuando alguien traspasó la puerta de La Tienda Low Cost que regenta en la avenida de España de Ponferrada para comprar y pagar con pesetas en pleno reinado del euro. Fue uno de tantos clientes que desde el año 2008 han abonado sus compras en este establecimiento con monedas y billetes de la antigua divisa. El de Benlliure fue uno de los que más le sorprendió y acabó vendiéndolo a un coleccionista por 35 euros. No ha sido el único con esa cara que ha pasado por su manos. De hecho, ha tenido billetes que no había visto jamás. Ahora, tendrá que decir adiós a los que todavía guarda en una caja de farias.

Desde 2008
La Tienda Low Cost cobra en pesetas desde que comenzó la anterior crisis y ha tenido gran éxito

El 31 de diciembre es la fecha máxima impuesta por el Banco de España para cambiar pesetas por euros y a esta tendera no le queda más remedio que poner fin a una acción que solo ella mantiene en la capital berciana. La idea surgió en 2008, al tiempo que la crisis económica, como una manera de atraer a clientes. En principio, iba a ser algo esporádico pero funcionó tan bien que, doce años después, continúa vigente y no hay mes en el que no entre en la tienda un cliente con pesetas en la mano. De hecho, desde que ha colocado el cartel anunciando el fin del cobro con esta moneda, el goteo de personas se ha incrementado. No es, desde luego, como los primeros años de la iniciativa —los dos primeros meses llegó a recaudar 6.000 euros en pesetas— pero hay movimiento por increíble que parezca.

Margarita Carrera asegura no saber la cantidad de pesetas que ha tocado y cambiado en los últimos años, pero sí recuerda algún caso especial por la importancia de la cantidad en una sola compra. «Ha venido gente con 300.000 pesetas guardadas», recuerda. No ha sido la vez que más, pero sobre la cifra record prefiere no dar detalles. «Vino alguien con una cantidad tan grande que le aconsejamos que fuera directamente al banco», explica.

Mil pesetas son seis euros. Esa es la regla de partida. Sin comisiones por hacer el cambio. Lo que el cliente pagaría en euros lo paga en pesetas y «si en el momento no necesita nada, le hacemos un vale que no caduca», afirma, reconociendo que «las ventas que he hecho en pesetas, seguramente no las hubiera hecho en euros». Por eso le ha salido bien la jugada.

«Como llevo tantos años, yo creo que funciono mejor en pesetas que en euros», asegura esta tendera del centro de Ponferrada. En su establecimiento, la antigua divisa española ha vivido una historia paralela que ahora llega a su fin entre palabras de nostalgia. «Me da mucha pena», reconoce Margarita Carrera mientras sostiene en su mano un fajo de billetes de cien pesetas impolutos y seriados que alguien olvidó cambiar y acabaron en su tienda.

«Hay personas que vienen y no saben lo que traen, no conocen el valor», relata. Algunos encontraron las pesetas en los bolsillos de familiares fallecidos y otros dieron con ellas tras haber olvidado dónde las habían dejado. También los hay que iniciaron una colección y decidieron abandonarla y deshacerse de lo almacenado. Y, por supuesto, hay historias fieles a la tradición: en la viga y el colchón también han aparecido importantes cantidades.

De momento, La Tienda Low Cost de Margarita seguirá cobrando en pesetas durante este mes y aunque asegura no tener una fecha definitiva para el final, no irá mucho más allá del último día de octubre. Ella ha decidido no conservar ni billetes ni monedas, aunque los manosea con nostalgia y repasa cada uno antes de la última entrega.

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