Diario de León

La víctima ofrece dos versiones diferentes y la forense ve algunas lesiones incompatibles

León

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La esposa de Pedro Muñoz, víctima de un supuesto episodio de violencia de género, ofrece según fuentes cercanas al caso dos versiones a la hora de explicar cómo ocurrieron los hechos por los que se ha abierto una causa penal contra el exconcejal del Ayuntamiento de Ponferrada, que permanece en prisión desde el 2 de junio pasado acusado también de un presunto delito de maltrato habitual. La mujer alegó que había sido arrojada al vacío desde la terraza de la vivienda en la que residía la pareja en Toreno, pero si bien inicialmente sostuvo que se había estrellado contra el pozo y las escaleras del porche y que su cuerpo había quedado tendido en la zona derecha de un pozo existente en la vivienda tras caer por la terraza, luego defendió la tesis de que la caída se había producido por la zona izquierda del pozo. Se da la circunstancia de que Muñoz declaró antes que su esposa y de acuerdo a su testimonio, encontró a su mujer inconsciente a la izquierda del pozo y lo achacó a un posible resbalón de su mujer, cuando según su testimonio, puede que tratase de recuperar en el tejado a una de sus gatas. Acompaña una foto anterior de su mujer subida a otro tejado de la casa en bikini en fechas anteriores. En la reconstrucción de los hechos ante el instructor, una de las médicos forenses aseguró que las lesiones que sufrió la víctima eran incompatibles con su relato de lo ocurrido. «Estas aristas (de la escalera) habrían dejado otro tipo de lesiones distintas de las que presentaba», dijo la doctora.

Siempre según las mismas fuentes, Muñoz aseguró en su declaración en sede judicial el 2 de junio que movió el cuerpo de su esposa al interior de la casa porque en la zona en la que la encontró tendida apenas había iluminación. De acuerdo a su testimonio, esa es la causa de que hubiese restos de sangre en el interior de la vivienda.

Versión opuesta

La Guardia Civil no da validez a su teoría y considera que es un indicio de que hubo un ataque a la joven dentro de la casa. No hay explicación oficial, no obstante, al motivo por el que no había restos de sangre en el punto en el que la esposa de Muñoz aseguraba inicialmente haber caído tras ser lanzada hipotéticamente por su marido. El médico que atendió a la víctima en primer lugar, reconoció en su declaración que no fue acertado mover al interior de la casa el cuerpo de una persona que estaba herida «pero si hubiese sido un familiar mío, yo también lo hubiera hecho». La esposa de Pedro Muñoz remarcó por dos veces en su declaración en sede judicial que su marido la había agarrado por el cuello antes de lanzarla desde la terraza. El parte de lesiones emitido por las forenses no aprecia señales de maniobras de esas características en la anatomía de la víctima. Tampoco encontró evidencias de que, como ella aseguró en la misma declaración, hubiese recibido disparos «en la tripa» realizados con una pistola de balines. Sostiene la víctima que el motivo de la discusión que desencadenó el ataque fue su negativa a consentir que Muñoz acudiese al día siguiente a un acto público para guardar un minuto de silencio en el Ayuntamiento de Ponferrada. Sin embargo, existe un baile de fechas. La celebración del evento tuvo lugar en la mañana del día 27 de mayo y los hechos ocurrieron por la noche. Ya había tenido lugar el acto cuando según ella, se negó a que acudiera.

La cónyuge de Muñoz asegura que la agresión tuvo lugar en la terraza de su habitación y que después de la misma, él le golpeó reiteradamente en las costillas con un palo. El objeto tenía una longitud de 1.75 metros de largo por 0,20 de ancho pero según su versión, él lo utilizó empuñándolo contra sus costillas como cuando se clava un puñal. Asegura la mujer que recuerda perfectamente cómo fue asistida por el 112, pese a que las asistencias la encontraron en coma: «Juro por mi vida que a mí, mi marido me mató», aseguró ante el juez instructor.

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