llamas de la ribera
El papel de lo ancestral
La etnógrafa leonesa Concha Casado recibió el Guirrio de Honor por sus investigaciones sobre las tradiciones .
Ramiro
Rescatado de la más remota antigüedad, la localidad de Llamas de la Ribera celebró ayer su domingo de antruejo, fiesta que al igual que en otros municipios se vio obligada a trasladar por motivos climatológicos a un recinto cerrado, en este caso el polideportivo, donde un abundante público no quiso perderse uno de los carnavales más ancestrales de la provincia.
Desde las 18.00 horas, los guirrios, ataviados con el particular traje, las vejigas disecadas y los cencerros alborotando al gentío, comenzaron a hacer su entrada en el polideportivo, donde a falta de baile por motivos de espacio, comenzaron a hacer bromas, sustos, ‘vejigazos’ y algún que otro ‘entiznamiento’ entre los presentes, antes de la entrega del Guirrio de Honor a la etnógrafa leonesa Concha Casado, por su investigación en las tradiciones de la provincia y en concreto en Llamas de la Ribera.
Tras el homenaje, los asistentes disfrutaron, además de chocolate y dulces típicos (flores y frisuelos), de las carnestolendas, canciones jocosas del lugar con las que tres pizpiretas gitanas, como si de leer la prensa rosa se tratase, criticaron en sus cantos a varios vecinos y acontecimientos de la localidad.
