En Memoria de Oscar García Prieto
SANTA MARIA DEL PÁRAMO. En Memoria de Óscar García Prieto. El pasado 24 de junio celebramos el cincuentenario del Instituto Valles del Luna que Óscar García Prieto, hijo del pueblo y fallecido ayer en León a la edad de 93 años, puso en funcionamiento renunciando a una brillante carrera docente e investigadora que tenía por delante sin otra explicación que la de las raíces. Aquí dejó doce años de su vida y dejó su huella en tantos parameses que pudieron iniciarse para estudios superiores. Tiempos duros. Estas breves pinceladas biográficas sólo pretenden no dejar pasar la ocasión de recordarle como a una de esas personas que en la pequeña historia de los pueblos merecen el agradecimiento y la preservación del olvido. Acabó el bachillerato en el Instituto Padre Isla de León viviendo en una pensión del Barrio Húmedo, cuando además de húmedo era pobre. Estudió Magisterio y Veterinaria en León, obtuvo una beca de dos años para titulados superiores y formación en Biología, opositó a Catedrático de Instituto con el número 2 de su promoción; firmó una sobresaliente tesis doctoral sobre Economía Agraria en la Universidad de Córdoba, que publicó el CSIC en 1966; obtuvo el premio Ibáñez Martín del año 73 con una monografía sobre Fibras Lanosas; es licenciado en Biológicas por la Universidad de León de la que luego fue Profesor Agregado de Ecología; fue Técnico Bromatólogo, Comisionado del Ministerio en Bata (Guinea) para la apertura del Instituto de Enseñanza Media, pensionado en Londres por el Instituto Español del Profesorado, etc. etc. Con este currículo decide venir a su pueblo natal a poner en marcha el Instituto y aquí estuvo doce años, regresando a León a la Facultad de Biológicas a ocupar su puesto de Agregado numerario. Dirigió varias tesis doctorales e investigaciones biológicas y publicó varios tratados sobre temas biológicos. En 2010 el Movimiento Leonesista le tributó un homenaje por la defensa de la identidad, cultura y derechos del pueblo leonés. Fue Profesor Emérito por la Universidad de León. Vivió sus últimos días, con mente lúcida, entre libros, publicaciones y recuerdos, entre los que destaca el homenaje que el pueblo de Marchena dedicó a él y a su mujer, catedrática de Matemáticas, en el año 93 (26 años después de haber abandonado Marchena) donde seguían guardando de él y su mujer un agradecido recuerdo. En resumen, una vida plena y generosa de entrega a la docencia y la investigación. Santa María le debe, al menos, el agradecimiento por haber dedicado doce años de su brillante carrera a la consolidación del Instituto. Descanse en paz. Amadeo Vázquez Prieto.