El caso Nozar, dos operaciones por 90 millones ruinosas para Caja Duero
Tras comprar el edificio por 55,8 millones, dio un crédito de otros 35 a la constructora.
Edificio que Nozar vendió a Caja Duero en Madrid.
El Juzgado de Instrucción número 2 de Madrid inició la investigación sobre los principales exdirectivos de Caja Duero —Julio Fermoso, expresidente, y Lucas Hernández, exdirector general— tras una denuncia de Banco Ceiss (el resultado de su fusión con Caja España) a instancias del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) y del Banco de España.
Ceiss encargó un informe jurídico a un gabinete de abogados externo sobre operaciones dudosas de Caja Duero, que recomendó denunciar cuanto antes los hechos para evitar la prescripción de los posibles delitos.
Y así nació el ‘caso Nozar’, dos operaciones que resultaron devastadoras para los intereses de la Caja. La primera de ellas fue la compra a la constructora Nozar del edificio Titán de Madrid por 55,8 millones de euros, una valoración muy superior a su precio de mercado de entonces, cifrado por una tasación actual de Ceiss conforme a los valores de 2008 en 40 millones de euros. Estos 55,8 millones sirvieron a Nozar para cancelar una tercera parte de la deuda que tenía con la propia Caja Duero, otro tanto con el BBVA y el resto para libre disposición.
Pero no fue la única operación dudosa, según el Juzgado. Tan sólo un mes después, en abril de 2008, Caja Duero concede un crédito a Nozar por importe de 34,5 millones de euros, que el grupo constructor avaló con tres sociedades de su entramado empresarial: Aguas de Panticosa, que explota el balneario oscense; la chacinera Marcos Sotoserrano y la quesera manchega Qualia Lácteas, tres sociedades con una situación financiera muy delicada con pérdidas continuadas.
Nozar, que un año después presentó concurso de acreedores (el 13 de septiembre de 2009 y obligada por una sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid a instancia de Avalatransa) con una deuda de 700 millones de euros, no pudo pagar el crédito que le había concedido Caja Duero, lo que llevó a la entidad financiera a hacerse con el 29,37% de Qualia Lácteos, el 50% de Marcos Sotoserrano (luego lo bajó hasta el 32,8%) y un porcentaje sin determinar de Aguas de Panticosa. La crisis económica ha mermado su valor notablemente.
Por este motivo, el Juzgado 52 de Madrid imputó judicialmente por el ‘caso Nozar’ a los máximos responsables de la entidad en 2008, Fermoso y Hernández, imputación que se ha ampliado al actual director general de Banco Ceiss, José María de la Vega, entonces responsable de la división de Desarrollo Corporativo de Caja Duero, del que dependía directamente el negocio inmobiliario de la entidad.
Otros dos exdirectivos de la Caja, Antonio Sánchez, director de Riesgos, y José Luis de la Mano, director de Banca de Empresas, declararon como imputados –los informes de las operaciones llevaban su firma– ante el juez el pasado 12 de junio, aunque derivaron toda la responsabilidad en la toma de la decisión final de ambas operaciones.