Diario de León

La España vacía y ahora aislada

El problema demográfico que sufre desde hace años la Comunidad se ha visto agravado por la pandemia con el recorte de líneas de transporte que comunican pequeños municipios con las ciudades más cercanas

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

El término España vacía o vaciada, según quien haga uso de él, hace referencia al problema demográfico que sufren desde hace años comunidades como Castilla y León, que ahora además se ha visto agravado por la pandemia con el recorte de algunas líneas de transporte que comunican pequeños municipios con sus urbes más cercanas o de otras comunidades.

Este recorte de líneas se ha producido en la mayoría de casos por el gran descenso de usuarios a causa de la pandemia, que ha generado también otros problemas, como el uso compartido o combinado que en muchos municipios se hace del transporte escolar entre los menores y personas de avanza edad que acuden a sus centros hospitalarios de referencia.

En la provincia de Soria, las frecuencias del transporte de viajeros por carretera de la capital con otras provincias o comunidades se ha reducido de forma significativa tras levantarse el estado de alarma, lo que ha provocado quejas entre los usuarios, en especial la de municipios intermedios en el recorrido.

Fuentes de la estación de autobuses de Soria han asegurado que la reducción de los viajeros que utilizan estas líneas llega hasta un 50 por ciento, entre ellos en las que tienen como destino Madrid. Una situación que también se da de forma análoga en otras estaciones de autobuses, como la de Valladolid.

Alsa, la empresa concesionaria de la línea Madrid-Soria-Pamplona, que ha recibido quejas de usuarios, ha responsabilizado al Gobierno de esta reducción de frecuencias de cinco a una.

«La evolución de la pandemia obliga a las autoridades a tomar medidas en determinadas zonas y estos protocolos, lógicamente, afectan a nuestros servicios y debemos cumplir con lo que se nos dicta», señalan fuentes de la empresa.

Mientras, en la provincia de Zamora, aunque todas las rutas de transporte interurbano de viajeros se han restablecido, los problemas con el transporte regular de autobuses han llegado tras el estado de alarma por el cambio de horarios, como ha ocurrido en una línea que afecta a la comarca de La Guareña y a la salmantina de La Armuña en sus comunicaciones con la ciudad de Salamanca.

En Ávila, uno de los sectores que más se ha visto afectado tras el confinamiento ha sido el del transporte de viajeros, especialmente el ferroviario, que ha supuesto una reducción del 20 por ciento en los trayectos con Madrid.

Esta situación ha tenido una incidencia especial en Arévalo, que con 8.300 habitantes, no solo es la segunda localidad de la provincia, sino que cuenta con una estación que da servicio a buena parte de la comarca de La Moraña, al norte de la provincia, pero también de la vecina Segovia.

En la provincia de Palencia, según la información facilitada por la estación de autobuses, el nivel de ocupación ha caído en un 75 por ciento en términos generales y los vehículos con 45 plazas están haciendo trayectos con seis o siete viajeros porque la pandemia ha influido mucho en la movilidad, ya que «los usuarios prefieren usar los vehículos particulares para evitar los contagios», señalan.

DESCONFIANZA EN FAMILIAS Y PUEBLOS

El uso compartido o combinado del transporte escolar entre niños y otros usuarios, algo habitual desde hace años, también está generando en ese inicio de ‘curso covid’ desconfianza entre las familias y personas que utilizan este sistema, a pesar de las medidas que la Junta asegura haber implementado en estas rutas.

Este servicio combinado del transporte escolar permite a cualquier usuario, bajo aviso el día previo, utilizar las plazas sobrantes del autobús que realiza la ruta diaria por los pueblos hasta el instituto o colegio de referencia de la zona.

Sin embargo, en este curso marcado por la pandemia, la desconfianza se ha extendido entre las familias y los usuarios al tener que compartir habitáculo los escolares, un vector importante de transmisión del virus, con población de riesgo, ya que este transporte suele ser utilizado por personas mayores que tienen que desplazarse la mayoría de las veces por motivos sanitarios.

Así lo explican varios alcaldes y familias de distintas provincias de la comunidad, que han observado la reticencia que está generando este curso esta modalidad de transporte que ya critican desde hace años.

A las 8.30 de la mañana, tras haber pasado por el pequeño pueblo de Juzbado (Salamanca), el autobús escolar llega al municipio de Almenara de Tormes —254 habitantes—, para hacer una de sus muchas paradas antes de llegar a Villamayor, de 7.200 vecinos.

En este autobús, además de escolares, también se puede ver a personas de diferentes pueblos, que van hacia este municipio de referencia aprovechando este servicio del transporte escolar, aunque no podrán regresar de nuevo a sus pueblos hasta que los escolares acaben las clases y el autobús haga de nuevo la ruta a la inversa.

«No puedo ver a mis nietos por la pandemia y luego en el autobús coincido con los nietos de los paisanos de alrededor», lamenta una de las vecinas de Almenara de Tormes.

Los padres y madres de esta zona de Salamanca se han movilizado para pedir una solución a este problema, ya que la alternativa que están asumiendo es llevar ellos mismos a sus hijos a diario a los colegios e institutos, cuando «la solución la deberían de aportar ellos», explica Nuria Arribas, una de las madres afectadas, que ha pedido a la Dirección de Educación que acabe con este sistema combinado de transporte al menos durante la pandemia.

«Lo llaman transporte a la demanda, pero en verdad no presta ese servicio», ya que los usuarios tienen que salir y regresar a la hora que estipula el transporte escolar y además «exponiéndose a contagios», explica el alcalde de Pollos (Valladolid), con 590 habitantes, Javier García, otro municipio que comparte el problema.

Contratiempos que también ocurren en la zona de burgalesa de Roa, como explica la exalcaldesa de Roa de Duero Carmen Miravalles, quien critica este servicio de transporte combinado por estar «camuflado» como transporte a la demanda cuando «realmente no lo es» y presta un servicio «muy deficiente y en estos tiempos peligroso», concluye.

tracking