Fermoso y Hernandez no tienen «nada que decir» de la investigación
La constructora de la familia Nozaleda pasó en tres años, de 2006 a 2009, de tener unos activos valorados en 2.780,2 millones de euros a entrar en concurso.
«No tengo ni idea del asunto. Tengo la misma información que usted me está comentando y no tengo nada más que decir ni que declarar». Con esta afirmación, el ex presidente de Caja Duero, Julio Fermoso, reconoció al El Mundo/Diario de Valladolid la existencia de la actuación judicial en curso, con la que se pretende esclarecer la compra del edificio Titán y la concesión de un crédito a la constructora Nozar, en plena crisis económica.Una actuación por la que tendrán que declarar como imputados, tal y como reconoció también el ex presidente, el propio Julio Fermoso y el ex director general de la entidad, Lucas Hernández, el próximo 24 de septiembre.Precisamente, el que era director general de Caja Duero cuando se firmaron ambas operaciones tampoco quiso hacer declaraciones a este periódico y fue aún más escueto que Julio Fermoso, ya que se limitó al tan manido: «No tengo nada que decir».Es de esperar que sean más explícitos cuando se vean cara a cara con el juez.
El fin de un imperio
De imperio a la nada. Ese es el camino que ha seguido al constructora Nozar, a la que Caja Duero le compró un edificio en la calle Titán, por el que pagó 55,8 millones de euros y a la que un mes después de esta compra concedió un crédito de 35 millones.
La constructora de la familia Nozaleda pasó en tres años, los que van de 2006 a 2009, de tener unos activos valorados en 2.780,2 millones de euros a entrar en concurso de acreedores el 24 de septiembre de 2009, según el BOE.
Una quita del 93%
La familia Nozaleda llegó a ser dueña de los balnearios de Boi Taull y Panticosa y se hizo con participaciones en Astroc, Colonial y Natraceutical, que llegarona alcanzar un valor en Bolsa que superó los mil millones de euros.
En 2010, meses después de declararse el concurso de acreedores, el juez retiró a los administradores que había nombrado para nombrar a los actuales, Cristina Jiménez Savurido y Luis Aurelio Martín Bernardo. En el convenio, Nozar llega a proponer quitas en el pago a sus acreedores que alcanzan el 93%.
Así queda reflejado en el citado convenio, en el que la constructora propone hasta cuatro formas de pago: en metálico con una quita del 75% y una espera dehasta 15 años para poder cobrar; en metálico en seis meses al contado, en cuyo caso la quita llegaría a ese 93%; transformar los créditos en préstamos participativos y, por último, convertir esos créditos en acciones de Nozar.