Fluidez en los dos pasos con la frontera lusa reabiertos en el primer día laboral
El ministro de Exteriores de Portugal reconoce que el cierre fue una decisión difícil
Normalidad y fluidez en el primer día laboral tras la reapertura de la frontera lusa en los dos pasos de la Comunidad afectados, el salmantino de Fuentes de Oñoro y el zamorano de Alcañices. El ministro de Exteriores de Portugal, Augusto Santos Silva, reconoció que cerrar la frontera con España dos veces y durante varios meses durante la pandemia fue una decisión difícil para su país, pero defendió que era «necesaria» y que se hizo de forma «ejemplar» por la coordinación entre ambos países.
El canciller señala que los dos países ibéricos «siempre se entendieron sobre cómo se debía limitar la movilidad cuando la pandemia lo exigió» y que hubo una coordinación continua entre los ministros del Interior de España y de la Administración Interna de Portugal. «El cierre de las fronteras fue siempre decidido por común acuerdo. Esa es la diferencia. Portugal y España fueron ejemplares», afirma Santos Silva, que refiere que las relaciones entre Madrid y Lisboa «son óptimas».
Casi 1.200 kilómetros
Desde que estalló la pandemia, la frontera hispanolusa de casi 1.200 kilómetros y considerada la más antigua de Europa ha vivido dos periodos de tránsito restringido, entre el 17 de marzo y el 30 de junio de 2020, y del 31 de enero al 30 de abril. En ambos casos, cuando se limitó la movilidad «se respetaron los derechos de los trabajadores transfronterizos y de los residentes en los dos países que querían regresar a su patria», considera el canciller luso, que admite que fue «difícil», pero es algo a lo que ya se han habituado desde que llegó el covid.
«Todas las decisiones que tuvimos que tomar por la pandemia fueron muy difíciles. Impedir a la gente salir de casa, obligarles a estar en su localidad sin poder salir cuando hicimos cercas sanitarias, prohibir a las tiendas que abran...», recuerda, pero matiza que «produjeron efectos positivos».