Diario de León

Investigan a la cúpula de Caja Duero por dos operaciones ruinosas de 90 millones

El ex presidente y el ex director general declararán como imputados por la compra de un edificio. La Caja pagó por el inmueble 55,8 millones de euros. Un mes después dio a Nozar un crédito de 35 .

Imagen de archivo de Fermoso y Lucas Hernández, cuando estaban al frente de Caja Duero.

Imagen de archivo de Fermoso y Lucas Hernández, cuando estaban al frente de Caja Duero.

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J. LUIS F. DEL CORRAL | Valladolid
León

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El Juzgado de Instrucción Nº 52 de Madrid ha abierto una investigación para depurar las posibles responsabilidades del ex presidente de Caja Duero, Julio Fermoso, y del ex director general de la entidad, Lucas Hernández, en dos operaciones por un total de 90 millones de euros con la constructora Nozar que pudieron contribuir a deteriorar las cuentas de la sociedad fusionada con Caja España en 2010.

La entidad salmantina compró a la constructora Nozar en marzo de 2008 un edificio de oficinas en la calle Titán Nº 8 de Madrid, en la zona de Méndez Álvaro próxima a la estación sur de autobuses. Por este inmueble pagó a la familia Nozaleda 55,8 millones de euros, según consta en el informe anual de cuentas de Caja Duero.

Según fuentes judiciales, la Caja que dirigían Fermoso y Hernández asumió el precio que le impuso el vendedor sin encargar una tasación propia del edificio, que la Caja ha encargado ahora con las circunstancias del 2008 y que fija el coste de ese edificio en 40 millones de euros y no los 55,8 millones que se pagó por él. En definitiva, Caja Duero pudo haber pagado un sobrecoste de 15 millones de euros.

Situación de insolvencia

Nozar vivía en aquel marzo de 2008 una situación de extrema insolvencia, que concluiría el 21 de noviembre de ese mismo año en la declaración de concurso de acreedores, certificada por la Audiencia de Madrid y ratificada por el Juzgado de lo Mercantil Nº 2 de la capital. Su objetivo y sus intereses eran sanear financieramente a toda costa su balance para evitar el concurso, algo que no logró.

El pasivo superior a 4.000 millones de euros le presionaba para deshacerse con rapidez de inmuebles y empresas. Los 55,8 millones del edificio Titan sirvieron a Nozar para pagar una tercera parte de sus deudas a Caja Duero, otro tanto al BBVA y el resto para libre disposición de la constructora concursada.

El préstamo

Al mes siguiente de esta dudosa operación, en el mes de abril de 2008, Caja Duero concedió un préstamo de 34,5 millones de euros a Nozar, avalado con la garantía de las participaciones de tres filiales del grupo constructor: Aguas de Panticosa, Marcos Sotoserrano y Qualia Lácteas. Las cuentas de las tres compañías revelan una situación de insolvencia y de pérdidas continuadas con mucha antelación a la operación que desembocó en el concurso de acreedores.

El impago del préstamo llevó a Caja Duero hacerse con participaciones de las tres sociedades, cuyo deterioro en los últimos años ha provocado que sus acciones tengan un valor muy inferior al del crédito. De esta forma, se ha convertido en la propietaria del 29,37% de Qualia Lácteos, un 50% de Marcos Sotoserrano que bajaría después al 32,8% y un porcentaje indeterminado de Aguas de Panticosa.

Banco Ceiss denunció hace unos meses ambas operaciones en el Juzgado. Fruto de las diligencias previas, el ex presidente de Caja Duero y el ex director general han sido llamados a declarar como imputados el próximo 24 de septiembre. El auto, fechado el pasado 2 de julio, ve indicios de que la actuación de Julio Fermoso y Lucas Hernández en estas operaciones puedan constituir delitos de mala fe y administración desleal o fraudulenta, tipificados en el Código Penal.

Banco de España, en alerta

Las dos operaciones ruinosas para la Caja llamaron la atención del Banco de España y de los auditores de Oliver Wyman cuando estudiaron la contabilidad de las cajas para ver sus necesidades de capital. El supervisor bancario habría puesto la lupa al menos en éstas, lo que llevó a los actuales administradores del banco Caja España de Inversiones, Salamanca y Soria (Ceiss) a encargar un informes externo a un gabinete de abogados que recomendó presentar la denuncia. El gabinete de abogados recomendó celeridad a los administradores de Ceiss ante el temor de que los posibles delitos prescribieran al pasar cinco años desde la ejecución de ambas operaciones.

Julio Fermoso fue elegido presidente ejecutivo de Caja Duero en septiembre de 2003 en sustitución de Sebastián Battaner. En marzo de 2009 dejó las funciones ejecutivas en manos del director general, Lucas Hernández. Desde entonces hasta la fusión con Caja España ejerció de presidente representativo. A partir de la integración se mantuvo como vocal del consejo.

Lucas Hernández fue director general de Caja Duero desde enero de 2004 hasta la fusión con Caja España en noviembre de 2010, momento en el que es elegido director general de la entidad fusionada, cargó que ocupó hasta marzo de 2011 que presentó su dimisión por discrepancias con Evaristo del Canto y la Junta en el proceso de fusión con Unicaja.

Fuerte inmovilizado

Fermoso y Hernández impulsaron entre 2007 y 2008 un fuerte aumento del inmovilizado propio. El informe de cuentas de Caja Duero del año en que se fraguaron las operaciones con Nozar revela que «las altas más significativas producidas en el inmovilizado durante el ejercicio 2008 ha sido la adquisición de un edificio de oficinas en Méndez Álvaro, Madrid, con un coste de adquisición de 55.817 miles de euros». Su balance constata el incremento de esta partida contable, que pasó de 108,2 millones en 2007 a 165,2 en 2008. El juzgado deberá aclarar a partir de septiembre estás operaciones dudosas y el quebranto que ha supuesto en el deterioro de las cuentas de Ceiss.

El 21 de noviembre de 2008 Nozar entraba en concurso de acreedores, según declaró la Audiencia de Madrid primero y el Juzgado de lo Mercantil Nº 2 de la capital después. En ese momento presentaba ya «un estado de insolvencia que no le permitía cumplir regularmente sus obligaciones».

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