La Junta acabará la legislatura con 500 viviendas rurales rehabilitadas
Los inmuebles se integrarán en el parque de alquiler público tras una inversión de 24 millones
El consejero Juan Carlos Suárez-Quiñones visita una vivienda rehabilitada en Viana de Cega. JCYL
El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, adelantó ayer que la Junta espera finalizar la legislatura con unas 500 viviendas del medio rural rehabilitadas, por una inversión de 24 millones de euros, la mitad ya asignados en la legislatura anterior.
El consejero hizo estas declaraciones tras firmar la adhesión de cinco municipios de Valladolid al programa Rehabitare, que hasta ahora ha actuado en 263 viviendas del medio rural de Castilla y León por un importe de 12,3 millones de euros, con el objetivo de rehabilitar casas en desuso para incorporar al parque público de alquiler social.
Para Suárez-Quiñones, Castilla y León es «tierra de oportunidades» y es «apuesta clarísima» del presidente, Alfonso Fernández Mañueco, posibilitar vivir con igualdad en los pueblos de una manera similar a las grandes ciudades.
Por ello enumeró los trabajos en transformación digital, depuración de aguas residuales y vivienda, refiriéndose a esta última por el retorno del programa Rehabitare la pasada legislatura tras haber sido suspendido en 2008 debido a la crisis económica.
Explicó que se trata de usar las viviendas en desuso como son «la del maestro, la Guardia Civil, la del médico, las escuelas o la del farmacéutico», que están actualmente desocupadas y pueden ser rehabilitadas para ofrecer como alquiler.
Consideró que «no tendría sentido» construir nuevas viviendas en los pequeños municipios porque no habría dinero suficiente y porque es posible recuperar las viviendas en desuso y así además renovar el patrimonio inmobiliario.
En cada vivienda se invierte en torno a 50.000 euros, para ser incorporadas al parque público de alquiler social y ofrecerse así a personas con dificultades económicas en el acceso a la vivienda.
Además, el consejero destacó que se genera cierta actividad económica ya que son pequeñas obras para las que se contrata a empresas locales.
Aunque en un principio el programa Rehabitare estaba destinado a las casas de los sacerdotes tras firmar convenios con los obispados, creció al contar también con las Diputaciones, «un socio muy importante en la lucha por el medio rural».
Al margen de este programa, Suárez-Quiñones detalló durante la visita que el plan de vivienda de la Junta supone 101 millones de euros, por lo que destaca su compromiso «innegable», con una política de rehabilitación en la que se prioriza la eficiencia energética y la accesibilidad frente a otras cuestiones menos trascendentes.
Mencionó al respecto los 300 millones de euros invertidos en las áreas de regeneración urbana, con los que se rehabilitaron unas 14.000 viviendas, y las ayudas al alquiler para jóvenes y mayores con dificultades económicas, que suponen más de 20 millones de euros al año.