Diario de León

La niña Sara murió por un golpe y sufrió intento de penetración vaginal

Los forenses denuncian que la víctima tenía hematomas periorbitarios, alrededor de los ojos.

Imagen del presunto asesino y violador de la niña Sara. EL MUNDO DE CASTILLA Y LEÓN

Imagen del presunto asesino y violador de la niña Sara. EL MUNDO DE CASTILLA Y LEÓN

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efe | valladolid

La niña de 4 años Sara murió tras ser golpeada de forma contundente en la cabeza con un objeto romo, sin puntas, sufrió un intento de penetración vaginal, y padeció múltiples lesiones en el cuerpo causadas poco antes de su fallecimiento y también con anterioridad.

Dos forenses han explicado los resultados de la autopsia practicada a la menor —falleció el 3 de agosto de 2017— durante el juicio que se sigue en Valladolid por el crimen, violación y maltrato cometidos contra la pequeña, hechos por los que están acusados la madre de la niña, Davinia M.G., y su compañero sentimental, Roberto H.H.

Sara sufrió un traumatismo craneoencefálico cerrado que fue finalmente el desencadenante de la muerte, han descrito los forenses en su declaración como peritos ante el jurado popular. El mecanismo con el que fue causado el fallecimiento fue un objeto romo, sin puntas, contundente, en la región frontal y parietal, han dicho los especialistas, que han puesto como ejemplo una superficie plana, lisa —la Fiscalía sostiene contra la pared o el suelo—.

Han detallado que la niña presentaba el «síndrome del niño apaleado» o maltratado, que incluye lesiones físicas, sobre todo cutáneas; conlleva la omisión del deber de cuidado y falta de protección, además de abuso sexual.

A través de fotografías mostradas en la sala de vistas de la Audiencia de Valladolid, a puerta cerrada y con audio disponible para los periodistas, los dos forenses han ilustrado al jurado sobre las lesiones que apreciaron en la niña y la forma en la que murió un día después de ser hospitalizada.

Sara sufrió un intento de penetración vaginal, han manifestado los forenses, quienes han aclarado que «anatómicamente» no es posible una penetración total a la edad de la niña.

Al enumerar los daños que apreciaron en la menor, los forenses han detallado, entre otros, que tenía en la cara los denominados «ojos de mapache» en términos médicos y que significa hematomas periorbitarios, alrededor de los ojos. También Sara sufrió lesiones debajo del cuello, que pudieron corresponder con sujetarla en movimiento de zarandeo, sin llegar a oprimir las vías respiratorias. Tenía hematomas inguinales, en un glúteo y en las piernas, de distinta evolución cronológica.

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