PP y PSOE quieren cerrar la reforma del Estatuto autonómico antes de julio

Sin prisa pero sin pausa avanzan los trabajos que los principales partidos políticos de la comunidad están llevando a cabo para reformar el Estatuto de Autonomía de Castilla y León. Sin dejar de mirar ni un solo momento a lo que sucede con otros estatutos autonómicos, y en concreto con el de Cataluña, -actualmente en plena tramitación parlamentario-, el objetivo de PP y PSOE es que la reforma estatutaria de la comunidad pueda estar aprobada durante el primer semestre de este año 2006 y a partir de ahí ser remitida al Congreso para su ratificación definitiva. Con este corto plazo por delante, la propuesta de reforma consensuada por ambas formaciones políticas debería entrar en las Cortes de Castilla y León en el próximo periodo de sesiones, que se inicia en febrero. El primer paso sería su debate en la Comisión del Estatuto, la presentación de enmiendas por parte de los grupos parlamentarios y su aprobación final en el pleno de las Cortes. Sin embargo, aún es muy pronto para afirmar que se ha alcanzado el imprescindible consenso entre estos dos partidos, puesto que, en el momento de cerrar este reportaje, los trabajos previos necesarios para presentar una propuesta conjunta avanzaban todavía por caminos paralelos. De hecho, y a pesar de que se han producido ya varios contactos, ambas formaciones políticas trabajan actualmente en la elaboración de sus respectivas propuestas estatutarias por separado. Mientras que los socialistas presentaron en verano un documento con sus principales aspiraciones a la hora de reformar el Estatuto, el grupo parlamentario popular aún no lo ha hecho, aunque ya tiene prácticamente listo el documento con el que quieren negociar. Puntos de coincidencia Precisamente la ausencia hasta el momento de dicho documento político es uno de las dificultades con las que se está encontrando la búsqueda del consenso, según explica el portavoz del PSOE, Francisco Ramos, quien asegura que sería mucho más fácil avanzar en la negociación si el PP hubiera hecho públicas ya sus intenciones. A pesar de ello, durante los últimos meses ambos partidos han ido dejando caer sus principales pretensiones acerca de la reforma del texto básico de la comunidad, en algunas de las cuales existe una clara coincidencia. Una de ellas es la necesidad de que el nuevo Estatuto recuerde el carácter de comunidad histórica de Castilla y León. Asimismo, ambos partidos coinciden en que la reforma debe centrarse más en la calidad del autogobierno de la comunidad que en la cantidad de nuevas competencias que deberían asumirse, según explicó el portavoz del grupo parlamentario popular, José Antonio Santiago Juárez. PP y PSOE también están de acuero en la necesidad de que con esta reforma Castilla y León se equipare de una vez por todas al resto de comunidades autónomas en lo que al techo competencial se refiere, sin que ello signifique que todas las materias que se establezcan deban ser asumidas de inmediato. Se trata más bien de dejar abierta la puerta a todas ellas, según explicó el propio presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, en su último discurso sobre el estado de la comunidad.