Diario de León
Publicado por
GARCÍA TRAPIELLO
León

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Terrible estampa, la vimos todos, salió en cada medio y corrió como la pólvora... mojada: Orillados entre las cañas del río Bravo, fronterizo entre Méjico y Estados Unidos, los cuerpos sin vida de un joven salvadoreño migrante y su niñita de dos años resacaron otra vez la hiriente imagen del niño Aylan devuelto por el mar a una playa de Lesbos, aquella criatura vestidita y boca abajo como si durmiera en su cunita, qué horrible, foto que sirvió para conmocionar al mundo un rato. Después se nos hizo anestesia para no lloriquear más ante todos los anónimos a miles que mueren vulgarmente o lejos, muy lejos de cualquier mirada o política, sin epitafio fotográfico.

Porque si no se ven, no existen. Ponnos otras cañas, Manolín.

Pero en este caso, asomando la tragedia en la tele del bar, tardamos algo más en pedirlas porque un niño muerto siempre sobrecoge infinito sacudiéndonos un latigazo metálico del vientre a la boca. Además esta vez en esa orilla del río Bravo estaba la niñita junto a su padre, pegadita a él tanto, que estaba dentro de su propia camiseta, les ciñe a los dos (así la embutió para no perderla) mientras su bracito busca el cuello de papá al que sin duda se aferró mientras duró el inútil combate contra la muerte y la corriente.

Abrazados, juntos... y boca abajo... los ahogados aparecen así a menudo, boca abajo; son más raros los que flotan boca arriba como si quisieran mirar y maldecir al Cielo que no les oyó.

Ese salvadoreño con su mujer y su niñita cruzó su país, Guatemala y todo Méjico hasta llegar a esa maldita frontera trazada por un río hondo, sinuoso, apenas veinte metros de ancho a veces. No vieron otro modo en su desesperación y al agua se fueron los tres como los ñus llamados por la promesa del Serengueti. Se llamaba Óscar, Valeria su niña, y seguramente le habían dicho que solicitando asilo político tenían que tramitárselo y eso es ya hacer pie (para que Trump le plante el suyo en el culo, mientras aquí entra al bar un voxeador ronco, ve la foto en portada y voltea el periódico dejándolo... boca abajo).

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