Cagolina, ladrona

Méjico, a través de su ministra de Cultura, acusó de «apropiación cultural» a la diseñadora Carolina Herrera (Cagolina Hegüega, según su publi en inglés) porque en su última colección presenta modelos descaradamente plagiados o inspirados en motivos, representaciones y bordados que constituyen simbologías identitarias y señas exclusivas de pueblos indígenas de aquella fecunda mejicanidad. Son su carnet, sus mitos, su fe antigua dibujada en tejidos y ropa tradicional. Además, la Hegüega parece apropiarse de ello con cierta altanería, como en su imperial derecho, sin pedir permiso a los pueblos ladroneados, sin siquiera comunicárselo o, qué menos, sin ofrecerles (y deberían hacerlo ya) una partecita testimonial (derechos de autor) de la bruta ganancia que Cagolina obtendrá sin duda por esos «sus» diseños haciendo desfilar el robo en pasarelas o escaparates para lujo de pijos e insulto a la decencia (el plagio es tan obsceno, que esos vestidos se dirían salidos de telar indígena si no fuera por el cojón de mico que cuestan).

Sus modistos y creativos -ella al frente- creen que la cultura popular no tiene dueño, que es un dominio común, del primero que llegue, pudiéndose entrar a ella a saquear esperando además que se lo premien o aplaudan por rescatar del olvido y «visualizar» el botín que gusten pillar, añadiendo a la prensa que es todo un detalle de etno-sensibilidad marca de la casa... y de la cosa

Porque cuando agotan ingenio creativo (si lo hay), cuando ya nada les sale del tarro, de sus reiteradas extravagancias o de reinventar modas de atrás, sucumben al robo y así se sienten genios porque Picasso dijo que «los grandes artistas copian, los genios roban». Y no otra cosa es esto, alertaron los indigenistas a la ministra mejicana: un impune robo reptil a unos «putos indios» que quizá no sepan qué es un abogado ni mucho menos podrían pagarse un bufete para meterles un pleito y un puro que ganarían con total seguridad en cualquer corte de Nueva York, donde tienen sus principales cuarteles y cuevas los Alibabás de este negocio.