Diario de León

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PROSIGAMOS, rapaz, que le dábamos a la lengua y la lengua quedó en suspenso. Tú hablabas del leonés y yo de las hablas leonesas; tú, que todo León tendría que hablar leonés; y yo, preguntando que quién lo manda y por qué y... ¿qué leonés decretar: el que se habla en pachuezo chacianiego, el valderiense con pecas sayaguesas, el riañés con cantabrillas, el fornelo que pilla bables, fablas y diaños gallegos, el ancarés agallegado... el cabreirés con lo suyo, el leonés maragatón con su misalín, el terracampino con su rudo castellano, el montañés asturianado, el berciano alto y cazurrín, el leonés riberano que de todos bebe?... ¿y cuál dices tú que hay que hablar?, ¿el que te pete, el que te inventes o ameciéndolos en chanfaina?, porque todos esos hablares leoneses tienen sus sagradas señas de identidad, sus palabras y sonidos fósiles, su riqueza irrenunciable, esa que tú quieres fusilar al amanecer del chollo con un dogma lingüístico único, con un farrapo castrapo que te coloque a tí y a la peña... ¿y quién coños se investirá de autoridad para imponer un único texto?, porque ese es tu objetivo para poder oficializar la cosa, el decretazo, lengua única, el fascismo paleto del cateto con garrota. De hecho, con tu cuento ya estás ordeñando del presupuesto público, cosa que no sé exactamente si se llama mamar o papar... y papón vitalicio amorrado a ubre. ¿Cómo tomarte en serio si ni sabes si la cosa se llama leonés, lleunés, llionés, lleounés o como poyas, pollas, poias o potxas patxuezas quieras llamarlo? Aclárate. Y frena el crimen, que te vas de tapadillo a copiar de la academia asturiana lo que aquí no existe infectando de bable espúreo lo nuestro, del mismo modo que el gallego que quieren imponer en las bercianías es el que dicta y paga Compostela. ¿Odias al pucelano para poder arrodillarte en babayu o en castrapo afilador?... Eso tiene nombre: majaeru, traidor, vendepatrias... y compralenguas. Alguien, algún día, te podría correr a gorrazos por el crimen. En realidad quieres matar el habla materna propia y sagrada que mamamos con su seña el babiano, el paramés, el toriano, el valdornés o el argollano para imponer el leonés normativo que tú dictes, fascistina, fato de fatum, pesebreru... En fin, deja a las hablas leonesas en su paz y vete a cascártela con otra cosa, que estás en la edad y, a lo visto, en la necesidad.

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