El fin del mundo ya

Muy ufano e intrigante se nos coló en el café nuestro pelma predilecto -ponle que se llama Pepe o apellida Pérez- viniendo siempre con saludo ruidoso o tuteo embromado por ver si cuadra clavarse allí un ratito y largar lo suyo sin que nadie se lo pida. Pero no es mal tipo.

Esta vez nos metió cuchillo a la charla espetando de plano su gran descubrimiento: «con una certeza absoluta, dijo, yo ya sé cuándo será el fin del mundo». No hizo caso a la cara de pedorreta atónita que le pusimos, porque solemnizó acto seguido: «El fin del mundo será el día en que yo me muera». Y como esperábamos algún chiste de los suyos -y de suyo bobos- soltó sin embargo una verdad como puño en la barriga: «El día que uno muere es el fin del mundo, de su mundo, y el mundo se acaba. Y si lo sabéis, ¿por qué no cambiáis?».

Menos mal que llevaba prisa y se fue, porque esas cosas no son para enredarse o discutirlas, aunque tanta información catastrofista con la que hoy nos rebozan a diario invita a plantearse la eterna incógnita, ¿cuándo será el fin del mundo?... ¡pasado mañana por la mañana!, precisará el visionario loco o la secta neocátara... y añadirán: ¡catástrofes naturales, cambio climático, explosión demográfica, belicismo creciente, océanos basura!... ¡el acabose!...

Todo pinta negro o gris oscuro. Cuando llegó el año 2000 no se hicieron tantos augurios findelmundistas como ocurrió en el año 1000... o ahora... más bien lo contrario, todo fue júbilo y estreno eufórico del milenio. Se ve que esa visión catastrofista la aplazamos hasta hoy al tener ya requetevisto que el próspero milenio que nos pintaban lila era trola cárdena y no dejan de encadenarse las crisis, los inciertos futuros y los malos presagios (fue noticia reciente el estudio de unos expertos australianos que prevé la extinción de la especie humana para el 2050, pero otros científicos les corrigieron al creer que será en 2100 (pasado mañana por la mañana, razón tenía el loco).

Preguntó Sócrates: si el fin del mundo fuera la próxima semana, ¿ya sabéis qué deberíais hacer en esos siete días?...