Diario de León

El laboratorio que parió la nueva Assaf

La presidenta del CSIC visita el Instituto de Ganadería de Montaña para impulsarlo en colaboración con la ULE.

Rosa Menéndez, junto a García Marín, recibe las explicaciones del personal del IGM. FERNANDO OTERO

Rosa Menéndez, junto a García Marín, recibe las explicaciones del personal del IGM. FERNANDO OTERO

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A. Domingo | Grulleros

Es un centro «pequeñito, que ha sufrido la pérdida de personal debida a la crisis económica y que merece un esfuerzo por darle el impulso que necesita por su labor importante para la ganadería leonesa y de la Comunidad autónoma». Así definió al Instituto de Ganadería de Montaña (IGM) la presidenta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Rosa Menéndez, que ayer quiso conocer de primera mano las necesidades de una institución cuyo sostenimiento y proyectos comparte con la Universidad de León (ULE). La importante repercusión social y económica del instituto ya se tradujo en que sus laboratorios parieron la nueva oveja de raza Assaf, recordó el rector de la ULE, Juan Francisco García Marín, que mejoró la estirpe israelí para que diera más leche, en una Castilla y león que es «la primera región del mundo en producción de leche de ovino».

Menéndez y Marín persiguen que el IGM mantenga su nivel como referente en España, en colaboración con los ganaderos y la industria asociada y que su labor se conozca por su impacto en aspectos que van desde la salud a la ocupación del territorio. La presidenta del CSIC confía en que la oferta de empleo público del Gobierno central alivie la falta de personal de un IGM con cerca de 70 empleados, de los que 20 son investigadores y 28, técnicos. Rosa Menéndez recorrió los diferentes laboratorios escuchando a los científicos, que hablaron sobre su trabajo, las necesidades que consideran ineludible cubrir y, también, de las ventajas que ofrece, como tener la granja al salir del edificio, que se ubica en Grulleros (Vega de Infanzones).

En la actualidad, el equipo de «gente joven y cualificad, que ha mantenido la calidad de este centro», apuntó Marín, trabaja en la mejora de la propiedades saludables de la leche de oveja, el uso de desechos vegetales en alimentación animal, el estudio de agentes infecciosos y sus hospedadores —programa que respaldan empresas del sector ganadero y farmacéutico—, la mejora de la respuesta reproductiva en las majadas de ovino de leche o el uso de suplementos ricos en omega 3 para la mejora de los rendimientos y la calidad en el ovino. Además, el IGM trabaja con las universidades de Oviedo, Valladolid y Évora (Portugal).

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