Diario de León
Publicado por
GARCÍA TRAPIELLO
León

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Que es gerundio... y muy presente, como españoleando, rabiando o ir tirando. Yo postureo, tú postureas... ahí va el verbo. Ante según qué cosas hay que adoptar postura, largar opinión, aflojar donativo o tomar partido. Se exige cada vez que los nuestros dan la voz: ¡esa postura, rapaz!, ¡arriba esa barbilla, saca pecho!, ¡mira a cámara, atento al pajarito!...

La gente se ha puesto a limpiar mares y ríos donde los plásticos tienen desde hace mucho tarjeta de residentes y malamente se prestarán al desahucio y deportación, es decir, se esconden en honduras o recovecos donde nunca llega el buzo y mucho menos las almas benditas y voluntarios, admirables y cándidos limpiadores que vemos en teles y medios dando lección de su conciencia como si, más que nada, se buscara la foto en estas plausibles iniciativas de armar brigadas de aseo que gastan su tiempo libre en desenguarrar ríos o costas, cuando debería hacerlo la administración que lo consintió, que no sanciona ni impide que toda esa mierda campe hoy por sus malos fueros.

Ahora los súper se pegan y pagan por tomar primero la iniciativa dando bolsitas de papel o mercancía a granel, mientras la gran mayoría de sus productos siguen en plástico, en bolsa, en botella, en cajita, en blíster... o sea, en profiláctico, el condón de la hipocresía.

La publicidad también se apunta a estas sensibilidades, cómo no; las marcas consagradas ya no necesitan tanto la propaganda como la postura. Lo muestra una famosa marca catalana destinando todo su anuncio no a su estupenda cerveza, que lo es, sino a demostrar su sensible conciencia ante la muerte guarra del Mediterráneo... anuncio de «plasticidad» artística y muy emotivo, pues las emociones, no ya las ideas, son lo que hoy más mueve y mejor vende en los mercados... y en su hija, la política. Lo emocional es el credo de las mayorías confundidas, romas o simplemente sobrepasadas por una realidad donde la gente, el pueblo, ni pincha ni corta, solo paga; de ahí el cabreo, emoción de la que nacen las demás emociones, incluida la amorosa.

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