Recogida de pequeños sueños

Días de trabajo para los carteros reales de sus majestades de Oriente. Los enviados de los Reyes Magos deben cargar con sacos de ilusiones infantiles y procurar no extraviar ninguna misiva para que la noche del 5 de enero no depare sorpresas desagradables. Pese a que el censo sigue deparando noticias alarmantes para la población leonesa y el orondo de los renos está acaparando cuota en el mercado de los sueños infantiles, los pajes reales trabajarán durante este fin de semana a destajo en la ciudad para recoger las últimas cartas de los pequeños. Ayer le tocó el turno al barrio de San Mamés, que asistió al primer recorrido de la comitiva real. A lomos de sus caballos, los tres carteros reales estuvieron acompañados por las calles de León por la banda de música, un grupo de pajes y tres bailarinas que acercaron las maravillas de Oriente. La comitiva de los carteros y los padres de los pequeños soportaron la gélida temperatura que regalaba ayer la capital leonesa, alguna que otra protesta por el caos circulatorio y el contratiempo que sufrió la carroza con el baúl de ilusiones, que hubo de abandonar la marcha al no poder atravesar la avenida de San Mamés, ante la mirada de la concejala de Fiestas, Susana Travesí y de Alejandro Díez. Todo sea por que los pequeños pudieran entregar su carta. Lo hicieron algunos en el parking de San Pedro, junto a la pista de hielo. Allí se escucharon las tradicionales promesas y confesiones de los pequeños sobre su comportamiento anual, además sus temores por la posible aparición del carbón -cada vez más ausente en la provincia- en sus zapatos. Los carteros volverán hoy a recorrer León. Su trabajo finaliza el domingo. Al día siguiente, los Reyes llegarán a la ciudad y, con ellos, un poco de ilusión.