Los 96 años activos de Ubaldo

La única queja que tiene Ubaldo, con 96 años en la espalda, es «que no puedo trabajar como trabajaba». Se conforma porque «a la fuerza ahorcan», dice con sinceridad. Este vecino de Barrio de la Puente que nació en 1925 ha pasado la vida en un pequeño pueblo de Omaña pero en mundos tan distintos como los que se alumbraban con un candil en su infancia y los que se calientan con cómodas calefacciones en el siglo XXI . Hasta los años sesenta, cuando fue alcalde, no llegó la luz como es debido y el agua corriente. Luego se asfaltaron las calles y llegaron las teles, que todavía cuando ya no se puede entretener en el huerto, por ver lo que ocurre en el mundo, aunque «muchas cosas más valía no enterarse», señala. La pandemia, apunta, «la hemos pasado muy bien porque aquí no hubo casi nada y en febrero nos vacunaron. Primero a mí y luego a mi mujer cuando le tocó». Y tiene a los hijos cerca.