Las residencias podrán cambiar de puesto a los antivacunas

Los trabajadores de residencias que no quieran vacunarse deberán someterse por lo menos a dos pruebas de detección de la covid-19 a la semana, tendrán controles de temperatura diarios y si sus superiores lo estiman oportuno, podrán ser cambiados de puesto de trabajo para no poner en riesgo a las personas que cuidan, según aprobó ayer el Consejo Interterritorial. El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas endurecieron las medidas en los centros de mayores para frenar el repunte de contagios, pero sin llegar al extremo de exigir la vacunación obligatoria de estos empleados, como habían pedido Andalucía, Canarias, Cantabria, Galicia, Murcia y País Vasco, que veían en los profesionales antivacunas una de las causas de que el virus hubiera vuelto a entrar en estos recintos. Los expertos abren la puerta a que en situaciones de alta transmisión comunitaria las autoridades sanitarias realicen pruebas diagnósticas a los residentes vacunados a la salida o la reentrada en el centro en ausencias prolongadas.