Sánchez convoca a los presidentes autonómicos ante el avance de la sexta ola

El estallido de los contagios ha llevado a Pedro Sánchez a convocar una reunión de la Conferencia de Presidentes la próxima semana, es probable que el miércoles o a más tardar el jueves.

Los indicadores, reconocen en el Gobierno, son "preocupantes" pero insisten en que no son "alarmantes". En la Moncloa descartan, por el momento, la adopción medidas de restricción de la movilidad a escala nacional.

El estado de alarma, declarado ilegal por el Tribunal Constitucional en dos ocasiones, tampoco está sobre la mesa, y mucho menos el más drástico estado de excepción.

Las cifras de las últimas horas, con una incidencia acumulada de 511 positivos por cada 100.000 habitantes en 14 días, han llevado al presidente del Gobierno a convocar por vía telemática a los gobernantes autonómicos.

El objetivo, según la Moncloa, es "abordar la situación de la covid-19 y reforzar la cogobernanza y la cooperación institucional". En otras palabras, se trata de hacer una lectura compartida de la situación y debatir las medidas que se pueden afrontar ante la sexta ola de la pandemia, en la que se puede alcanzar el mayor número de personas contagiadas de toda la crisis sanitaria desde aquel marzo de 2020.

La incidencia a escala nacional se ha quintuplicado en un mes. El 17 de noviembre era de 96 casos. Desde entonces la escalada ha sido imparable. El 3 de diciembre subió hasta los 248. El 10 de diciembre llegó a los 323.

Hasta que este viernes se disparó hasta los 511 y superó el umbral de alto riesgo. Unos guarismos todavía inferiores a los que acreditan otros países europeos aunque los modelos matemáticos que manejan en el Ministerio de Sanidad apuntan hacia una equiparación a corto o medio plazo.

La situación hospitalaria por el momento tampoco es crítica aunque también muestra una tendencia ascendente. Si hace treinta días los pacientes covid ocupaban el 1,8% de las camas, este viernes llegó al 5,3%. Más preocupante es la situación de las UCI. Hace tan solo un mes, el 4,9% de las plazas estaban ocupadas por pacientes de coronavirus; en el último informe de Sanidad, estos enfermos ya representaban el 14%.

Por simple lógica matemática, y con el añadido no menor de que la variante ómicron del virus es más contagiosa que sus antecesoras alfa y delta, la presión en los centros sanitarios, tanto hospitales como centros de atención primaria, va a incrementarse de forma exponencial en las próximas semanas.

Ante este sombrío panorama, Sánchez decidió hoy convocar la Conferencia de Presidentes. La incógnita radica en si el Gobierno va a plantear en esa reunión la adopción de medidas comunes para todas las comunidades o se va a continuar con el modelo descentralizado de que cada territorio adopte las iniciativas que considere convenientes.

El Ejecutivo no ha dado señales de por dónde van sus planes. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, se limitó a insistir hoy en que la estrategia de intensificar la vacunación en todos los grupos etarios y la responsabilidad individual de cada ciudadano (uso generalizado de la mascarilla, distancia social, evitar las aglomeraciones y las medidas higiene) son herramientas eficaces para hacer frente a esta sexta ola de la pandemia.

Las comunidades, entretanto, continúan con sus estrategias particulares. Cuatro, Galicia, Navarra, País Vasco y Canarias, estudian limitar el número de asistentes a las celebraciones familiares navideñas. Andalucía cuenta ya con luz verde de la justicia para exigir el pasaporte covid en la hostelería mientras que en Aragón los jueces han suspendido parte de la orden del Gobierno autonómico que lo autorizaba.

En Madrid, aunque la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, dio este viernes un giro a su discurso liberal al admitir que "no hay libertad sin salud", ayer volvió sobre sus pasos y anunció que no va a haber restricciones en ningún ámbito. "Vienen semanas de mucho contagio" pero no habrá "cierres ni más prohibiciones", garantizó.

Los presidentes autonómicos, en general, reclaman al Gobierno directrices claras para elaborar sus planes de prevención para las fiestas navideñas. Un planteamiento que puede reeditar los choques vividos en anteriores conferencias de presidentes, en las que la confrontación entre gobernantes del PSOE y del PP capitalizó el debate.

La de la próxima semana será la vigesimoquinta reunión de la Conferencia de Presidentes, un foro creado en 2004 por el impulso de José Luis Rodríguez Zapatero, y que tras unos años de lánguida existencia -Zapatero la convocó en cuatro ocasiones y Mariano Rajoy, dos- se revitalizó con la pandemia. Sánchez reunió a los presidentes en 14 ocasiones entre el 15 de marzo y 20 de junio de 2020. Después presidió otros cuatro encuentros.

En la fase más crítica de la pandemia, las citas fueron telemáticas, como lo será esta, y solo fue presencial la última, la del pasado 30 de julio en Salamanca y que se centró en el reparto de los fondos europeos. También iba a ser presencial la que estaba prevista para el próximo enero en la isla de La Palma.