Simón, indignado: las fiestas pueden desatar una quinta ola
"Hace unos días hubiese dicho que íbamos a seguir con la tendencia descendente, pero ahora no lo sé", avisa el jefe de la epidemiología española, más indignado que nunca
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Pocas veces, por no decir ninguna desde el comienzo de la actual crisis sanitaria, se había visto a Fernando Simón tan indignado como este lunes al valorar las imágenes de las concentraciones multitudinarias del fin de semana sin mascarillas y sin distancia para celebrar el fin del estado de alarma y el toque de queda. "Hace unos días hubiese dicho que íbamos a seguir con la tendencia descendente, pero ahora no lo sé", apuntó el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, quien, incluso, no descartó que estos festejos puedan desatar una quinta ola. "No sé si hemos perdido la oportunidad de evitarla", afirmó con rictus serio.
El jefe de la epidemiología española no se anduvo con paños calientes y, sobre todo, no quiso restar un gramo de gravedad a lo ocurrido la madrugada del domingo en varias ciudades españolas, pero también la madrugada de este lunes. "Nadie en España puede decir qué va a pasar en los próximos días" tras las concentraciones multitudinarias, insistió, al tiempo que recordó que los adolescentes y jóvenes que se dieron citas en esa celebraciones "no tiene ni buena ni mala cobertura de vacunación, sino ninguna", porque todavía las profilaxis no han llegado a sus cohortes de edad.
"Siempre hay gente que no es sensata. No estoy enfadado, estoy decepcionado... y mucho", confesó el responsable del CCAES. "Estoy decepcionado incluso conmigo mismo, porque igual el mensaje no se ha trasmitido como se debería. No se lo he sabido trasmitir a la población, a los medios de comunicación y a los políticos", llegó a admitir. "Parte de la responsabilidad es mía porque no he sabido comunicar la situación", insistió el médico, entonando un 'mea culpa' que nunca antes, al menos con tanta claridad, se le había oído desde que comenzó la actual pandemia.
Ante las imágenes de los excesos del fin semana, Fernando Simón se mostró especialmente desolado. "Me resulta difícil pensar como están los profesionales en una UCI saturada, viendo fallecer a los pacientes.
Optimista, pese a todo
"No sabría qué decirles. Lo que vimos, es muy duro para los sanitarios, sobre todo para los que están en la parte asistencial", confesó Simón quiso, a pesar de todo, mostrar cierto optimismo en el futuro, en la línea de los expertos de Sanidad que siguen especialmente preocupados por las reuniones en el interior y que piensan que los desmanes del fin de semana, al ser en el exterior y si son puntuales, no tendrán excesivas consecuencias en la pandemia si no vuelven a repetirse. "Esperemos que lo que hemos observado estos días no tenga un impacto demasiado grande", apuntó el máximo responsable del CCAES. "Confiemos en que haya suerte que las cifras no se eleven mucho", deseó.
"Aun tengo esperanza. Espero que la gente entienda que si han tenido un periodo de relajo en la noche del 8 al 9, ahora tengan el valor y la responsabilidad de ver qué hacen estos días para evitar trasmitir el virus a su alrededor en caso de que se hayan contagiado", hizo un llamamiento Fernando Simón, quien dijo "entender" que "una parte de la población, especialmente un grupo de edad", necesitase "una noche así después de todo este año de pandemia".
Grupos de edad no vacunados
La confianza de Simón y de su equipo del CCAES es que esas "una o dos noches que se hizo lo que no debía hacerse" solo provoque un "pico puntual" en las incidencia del virus y que ésta "no tenga un impacto muy grande" en los "grupos de edad no vacunados", que fueron los que salieron a la calle durante las noches del sábado y el domingo.
Fernando Simón, a pesar de reconocer que "este fin de semana parece que no hemos conseguido que se vea la responsabilidad ", se mostró convencido, en línea con la tesis del Gobierno, que las comunidades tienen herramientas sin el estado de alarma para evitar que se repitan capítulos como los de los dos últimos días. En esa línea, apostó a que España logrará "controlar el virus" con las medidas del actual marco normativo ordinario, junto con la vacunación y, sobre todo, insistió, con la "responsabilidad individual". "Tenemos que hacer modificaciones en la estrategia de control (con el actual creciente nivel de vacunación) pero las cosas deben relajarse a su ritmo", advirtió.