«Compré la farmacia con un crédito, hay que arriesgar, aunque vaya más lento»

Centro de salud, escuela y farmacia. Siempre se ha visto al farmacéutico como uno de los pilares básicos imprescindibles para  la calidad de vida en el medio rural. En la actualidad, debido a la despoblación, es, en la mayoría de los casos, el único que mantiene la ‘luz verde’ encendida en los pueblos. «Cuando esa luz verde se apegue el pueblo se muere», alerta el presidente del Colegio de Farmacéuticos de León, Javier Herradón .

 En la provincia de León hay 180 farmacias en el medio rural, situadas en municipios de menos de 20.000 habitantes. Una de ellas es la de la astorgana Brenda Campo Fidalgo, que desde el año 2019 es la titular de la única farmacia que hay en San Justo de la Vega, que tiene 1.765 personas empadronadas (914 hombres y 851 mujeres), según el último padrón publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) del año 2022.

«Fue por casualidad», asegura. «Soy de Astorga y creo que es muy importante que la gente joven no se vaya de los pueblos, que se busquen alternativas para quedarse porque en los pueblos se vive muy bien». Brenda Campo no es farmacéutica por tradición. Estudió Farmacia en la Universidad de Salamanca. Es la única de su familia que apostó por esta profesión.  «Hay que arriesgar. Pedí un crédito para quedarme con la farmacia. Soy una persona muy trabajadora. Si quieres puedes, aunque no vaya lo rápido que nos gustaría. He trabajado en farmacias, pero ahora yo soy la titular. Siempre pensé en quedarme en Astorga. En San Justo hice una sustitución y trabajé para el farmacéutico que había antes. Me gustó mucho el pueblo. Hacía dos años que había empezado a construirme una casa aquí. El farmacéutico se jubiló y encontré la oportunidad para quedarme». 

Con 38 años apuesta por el pueblo «por la calidad de vida que tenemos. Para mí es la situación ideal».

Mantener abierta la farmacia en el medio rural no es fácil. Según datos del Colegio de Farmacéuticos, en la provincia de León hay 28 boticas en riesgo de viabilidad, una evaluación a la que llegan cuando el sueldo que les queda es inferior al que cobrarían si trabajaran en una farmacia en la zona urbana, según Herradón. «En esos casos el farmacéutico está ahí por vocación», asegura.

Aunque la farmacia de Brenda no está dentro de esos parámetros, sí es una de las 180 farmacias que cada mañana abren las puertas para convertirse, en la mayoría de los casos, en el único servicio que tienen los habitantes de los pueblos.

 «Hay muy pocos niños, en el Ceip Cra Vegacemar de San Justo de la Vega, hasta 6º de Primaria hay 32 niños», asegura Brenda.

Las historias de repoblación de esta serie hablan precisamente de apuestas por el medio rural, por fijar población y por mejorar la calidad de vida de las personas que apuestan por el medio rural.

En España hay más de 4.400 farmacias situadas en municipios de menos de 5.000 habitantes que atienden a 5,6 millones de personas, el 10% de la población, según los datos del estudio del Consejo general del Colegio de Farmacéuticos. Este estudio destaca que las farmacias «al tiempo que aseguran el acceso a los medicamentos a la población residente en estos municipios, en algunas de estas áreas, el farmacéutico es el profesional sanitario cercano al ciudadano, que proporciona un contacto estrecho del paciente con el sistema de salud».

«Todo es cuestión de lo que te impliques en el trabajo», destaca Brenda. «A mí me gusta moverme mucho, introducir novedades, hacer campañas sanitarias. Ser farmacéutico no es sólo vende recetas. Los pueblos se quedan sin gente y la farmacia aporta un valor añadido. Es el primer centro al que acude el ciudadano cuando tiene un problema de salud».

La apuesta de Brenda es la apuesta de muchos profesionales que siguen en los pueblos por vocación y por la implicación por la cohesión social. «En un pueblo se vive siempre mejor, es calidad de vida. Conozco a todos mis pacientes y clientes porque hay muchos que vienen de otros pueblos. He hecho cambios en el mobiliario de la farmacia y cambio la decoración de los escaparates. Organizo talleres y concursos para que vengan los niños, todo con la idea de educar en salud. Me siento muy a gusto porque cuando sales a la calle todo el mundo te saluda».

Brenda quiere que la gente del pueblo acuda a la farmacia «no sólo cuando están enfermos, sino para recibir consejos farmacológicos y cuidados. 

«Durante la pandemia estábamos ahí, para atender a las personas en los momentos de más incertidumbre, primero con el suministro de mascarillas, cuando prácticamente no había, los geles... mucho trabajo y mucho esfuerzo». Y más innovación para convertir a la farmacia en un punto de encuentro sociosanitario de los vecinos que, de no ser así, tendrían que salir del pueblo para encontrar soluciones a otras necesidades .

«Tengo muchas ideas que ya he empezado a poner en práctica, como los talleres de dermocosmética, concursos para niños, regalos para ellos por las compras de los papás, promociones para el inicio del curso escolar, pequeñas cosas que hago con mucho trabajo y pérdida de tiempo personal, pero me merece la pena».

A la farmacia de Brenda entra una media de 50 personas al día. Cuando decidió quedarse como titular pidió la  ayuda económica que hace dos años le concedió la Diputación de León «para la gente que emprende en el medio rural y poder arrancar el negocio», segura. «Llevo trabajando en farmacias desde el año 2008. Cuando decidí quedarme con la farmacia empecé preguntando a los bancos. He invertido mucho para renovarla y hacer todo lo que hago. Si no fuera por eso tendría mucho más dinero ahorrado, pero es complicado ahorrar si quieres innovar. Pienso que si hay trabajo, si tengo el apoyo de mis pacientes y clientes, no habrá problemas».

Brenda tiene contratados a dos auxiliares de farmacia. «Abrimos de 09.30 a 14.00 y de 16.30 a 19.45 horas. Dentro del horario laboral no hay tiempo para mucho más  que atender a lo pacientes que llegan. «La farmacéutica tiene que estar siempre ahí. Son muchas horas de trabajo».

Población y empleo

El presidente del Colegio de farmacéuticos de León, Javier Herradón, defiende el valor del modelo de farmacia en la cohesión social y el reto demográfico. «La red de farmacias hace que la población adula se quede en su pueblo». 

Entre otros servicios destaca las urgencias. «Tenemos 25 farmacias de guardia en toda la provincia y no cobran nada por eso».

El informe La aportación de valor de modelo de farmacia a la cohesión territorial y el reto demográfico , publicado en enero de 2023, asegura que «la farmacia comunitaria ubicada en el medio rural desarrolla una labor esencial que trasciende la actividad de adquisición, custodia, conservación y dispensación de los medicamentos, siendo los profesionales farmacéuticos los sanitarios con mayor presencia en los municipios de menor tamaño; y las farmacias, el servicio sanitario de interés público de referencia para cuestiones de salud».

El informe del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos  destaca que el 8,4% de las farmacias comunitarias se localizan en micromunicipios rurales (unas 1.864), dando atención a más de 1,14 millones de personas. En este caso, el porcentaje de población que cuenta con farmacia comunitaria en su micromunicipio rural cae hasta el 69,9%. Territorialmente, Castilla y León (36,3% del total de farmacias de la región), La Rioja (26,9%), Aragón (23,7%) y Castilla-La Mancha (22,2%) son las comunidades que mayor porcentaje de farmacias concentran en micromunicipios rurales.

La titularidad de la farmacia ubicada en el medio rural se caracteriza por corresponderse con un único farmacéutico. De hecho, el 92,4% de las farmacias en municipios rurales de pequeño tamaño tienen de responsable a un único titular.