Adiós al artista Eloy Vázquez
Fallece el veterano pintor paramés de 80 años, cuyo último trabajo fueron unas ilustraciones para el Diario de León.
Imagen de archivo del artista leonés Eloy Vázquez en una de sus exposiciones.
Los grandes hombres viven en silencio y en el silencio mueren. Eloy Vázquez es la mejor confirmación. Había nacido en Santa María del Páramo en 1933, pero había echado sus raíces humanas y profesionales en la ciudad de León. En los años duros de la posguerra, cuando el arte plástico fue con frecuencia refugio de bohemios y de personajes alternativos, Eloy Vázquez formó parte activa de los movimientos pictóricos vanguardistas.
Conocía el mundo de la pintura desde la forma comprometida de la diacronía y de las técnicas y de los materiales. Amigos que lo amaron y que fueron testigos de sus obras primeras insistieron siempre en la simpatía del pintor por los materiales nobles, dignificados por la condición de la humildad: madera, cuero, chapa, lienzo… fueron soporte frecuente de su buen hacer estético. Le gustaba mantener ese intenso diálogo con la materia que exige el milagro de la versatilidad.
Fue hombre experto en grafismo e ilustrador preciso, tareas estéticas a veces consideradas humildes en su sentido peyorativo, sólo explicable en los que se atreven a pontificar desde la torpeza de su ignorancia. Un largo centenar de libros ilustrados dan fe de su facilidad para hacer plástica la creación literaria o la manifestación de otras artes, como el cine, el teatro o el ballet. Inolvidables resultan para leoneses de tiempos pasados los cómics de La Ardilla , cuadernillos que dio a la luz la benemérita Caja de Ahorros de León, de feliz y casi imposible recuerdo en estos tiempos. En algún rincón permanecerán sus carteles del Festival de Órgano, que tanto amaba.
Sus últimas ilustraciones se publicaron en las páginas de este periódico, en el suplemento literario Filandón.
Servían de apoyo iconográfico al texto de Evocaciones leonesas. Eran, de alguna manera, la resurrección gráfica de las ilustraciones de Felipe Espino en los Rincones leoneses de Miguel Bravo Guarida. En sus casi setenta composiciones Eloy Vázquez reflejó con admirable pulcritud y finura rincones y edificios de un León que subsiste heroicamente o camina en muchos casos hacia su desaparición.
Fue su último trabajo, antes de iniciar el camino hacia otros colores y otras luces, sin duda más bellas. S ic terra tibi levis… querido Eloy.