Adiós a Camilo Sesto, el ‘superstar’ de la música española

«Vivir así es morir de amor», dice una de las canciones más populares de la música española, un verso nacido de la mano de Camilo Sesto, al que llamaban en Estados Unidos el ‘Sinatra español’ y que igual que el cantante norteamericano, intentó vivir a su manera, aunque no siempre pudo o le dejaron. A las 4.30 de la mañana de ayer, a los 72 años, Camilo Sesto murió en el Hospital Universitario Quirónsalud de Pozuelo de Alarcón (Madrid) por un fallo renal tras años luchando con una salud muy deteriorada a causa de sus problemas de riñón.

Idolo de varias generaciones, el carismático artista publicó 40 discos, logró 52 números 1 y vendió más de 70 millones de copias, aunque algunos elevan la cifra, difícil de concretar, a más de 100 millones. En cualquier caso, fue el primer artista español que consiguió un disco de platino y canciones como Algo de mí , Perdóname o Quieres ser mi amante o la ya citada Vivir así es morir de amor se convirtieron en himnos no sólo en España, sino también en América, donde desarrolló gran parte de su carrera.  

Cantante, compositor y productor, Camilo Sesto, cuyo verdadero nombre era Camilo Blanes, nació en Alcoy (Alicante) el 16 de septiembre de 1946. Estudió Bellas Artes, pero pronto se impuso su verdadera vocación, la música. Empezó de niño en el coro de los Salesianos de su localidad y de adolescente formó parte del grupo Los Dayson. A los 18 años se trasladó a Madrid para participar en el concurso de Televisión Española Salto a la Fama y en 1966 entró como vocalista en la banda Los Botines, que pasó a llamarse Camilo y Los Botines, con Juan Pardo y Junior, aunque pronto inició su carrera en solitario.  

En 1971 grabó su primer álbum, Algo de mí , y dos años después dio el salto internacional al ser elegido para representar a España en el Festival de la OTI con la canción Algo más , compuesta por Juan Carlos Calderón. Fue su puesta de largo en Latinoamérica, donde en los años siguientes alcanzó los primeros puestos en las listas de ventas, igual que en España, con Ayúdame y Quieres ser mi amante.  

En 1975, en plena década prodigiosa para él, Camilo Sesto protagonizó en Madrid la ópera rock Jesucristo Superstar , una adaptación de la versión británica en la que dio vida a Jesús y en la que estaba acompañado por Ángela Carrasco como María Magdalena y Teddy Bautista como Judas. Fue el primer gran musical representado en España, un hito social y político en el final del franquismo que supuso un aldabonazo en su carrera.  

En esos años enlazó Camilo Sesto un éxito tras otro con los discos Rasgos , Entre amigos , Sentimientos y Horas de amor y canciones como Vivir así es morir de amor , El amor de mi vida (el sencillo más vendido de la década) o Si me dejas ahora . Se instaló en Estados Unidos, donde lo bautizaron como ‘El Sinatra español’, y actuó en Nueva York (45.000 personas en el Madison Square Garden) y Las Vegas. En 1979 logró el disco de platino al vender 13 millones de álbumes.  

En 1980 trasladó su residencia a California, primero a Santa Mónica y luego a Beverly Hills, y se volcó en su carrera internacional. Sus conciertos por Latinoamérica y Estados Unidos reunían a multitudes y su heterodoxia, sobre el escenario y fuera de él, lo llevó a viajar hasta Japón, donde en 1985 reunió a 40.000 personas en cada uno de los siete espectáculos que ofreció en el país. Fue un adelantado a su tiempo y lo más parecido a un artista global español, junto con Julio Iglesias y Raphael. En 1983 grabó su disco Amanecer y en 1984 debutó en el cine con El clavo de oro , dirigida por Antonio del Real, escribió sus memorias, publicadas por Plaza&Janés, y recibió el premio Ricard de Canción.  

Pero fueron también años convulsos en su vida personal. En 1983 tuvo a su único hijo, Camilo Michael, fruto de su relación con una fan, la mexicana Lourdes Ornelas, aunque el cantante no reconoció legalmente su paternidad hasta el año siguiente. En 1987, trajo al menor a España sin el consentimiento de su madre, que lo demandó, y tardó años en resolver los asuntos relativos a la custodia. Dedicado al cuidado de su hijo, en la segunda mitad de la década de los 80 abandonó la música, pero su regreso, a principios de los 90, fue afortunado (aunque nunca alcanzó las cotas de los 70), con los discos A voluntad del cielo (1991), Huracán de amor (1993) y Amor sin vértido (1994) y canciones como Pecado original , Amor mío, qué me has hecho o Vuelve . Se volcó en el mercado latinoamericano y residió en Miami hasta 1997.  

Mola mazo , un tema desenfadado con el que conquistó al público juvenil de principios de siglo, fue su última canción de masas.