Arte
Alta cultura popular en Cerezales
‘Qué se ve desde aquí’, con la intervención de Antonio Ballester y el Instituto Pablo Díez de Boñar, es lo nuevo de la Fundación Antonino y Cinia como un viaje artístico
La exposición plantea el proceso artístico y su poder transformador de la sociedad. DL
La jugada a tres bandas salió perfecta. La Fundación Cerezales Antonino y Cinia expone Qué se ve desde aquí , con la intervención de Antonio Ballester y el Instituto Pablo Díez de Boñar. Es la conjunción del centro, el artista y el futuro. Y cada uno ejerció su papel para que lo que ahora se puede ver en Cerezales del Condado sea un canto a la creación, desde lo sostenible como herramienta de transformación. Y desde el partir de cero para proponer el arte que se mezcla con lo cotidiano.
Augusto César González Robles, director del IES Pablo Díez (Boñar), Ana Andrés Cristóbal, responsable de Educación y Programas Públicos de FCAYC y Antonio Ballester Moreno representaron esos tres frentes bien avenidos sobre algo que tiene el espíritu colectivo como una de sus grandes motivaciones.
La exposición, que se podrá ver hasta el 31 de julio, parte de la presencia de Antonio Ballester Moreno en distintos programas y contextos educativos donde se despliega la acción de la Fundación Cerezales Antonino y Cinia a lo largo de los dos últimos años. En ese tiempo compartido se han registrado materiales que contribuyen a aquellos procesos que quieren eludir las fronteras entre arte y educación, cualquier empeño de autoría inequívoca y cualquier intento de ensordecer las resonancias de lo popular en las expresiones artísticas más elaboradas.
La exposición se podrá ver hasta el 31 de julio. DL
Hasta aquí puede que sea el relato inicial necesario para acercarse a las instalaciones de la fundación, pero cuando Ballester dice eso de arte con minúsculas se pasa la gran barrera que lo implica con todo el conjunto de la sociedad, como parte del contexto local y concreto, y también del general.
Y así surge otra clave de lo que es Qué se ve desde aquí y en donde se impone la filosofía artística de Antonio Ballester. Puesto que plantea cómo a partir de saberes populares, de aprendizajes y de procesos educativos no reglados con muy diversos niveles de intensidad, su obra se ha enraizado en direcciones diversas –de paisajes en el lienzo a áreas de juegos en museos– hacia un permanente cuestionamiento del papel de la institución cultural en nuestra sociedad, que subraya una idea de la misma como lugar de encuentro.
Es en parte una definición del devenir de los tiempos de Cerezales del Condado desde la aparición de la Fundación Antonino y Cinia, como un espacio que centrifuga cultura para que llegue a todo el municipio, primero, que se expande como marca de calidad, después, cuando en lugares lejanos se oye la obligación de visitar lo que aquí se propone.