«Fue un lujo retratar cómo León encaró la crisis»

Durante el largo confinamiento él estuvo en la calle, en las vacías avenidas de un León que observaba tras las ventana. Fue ‘los ojos’ de una ciudad enclaustrada. Ahora, el Premio Periodismo Esencial reconoce la calidad de Puertas afuera, la serie con la que el redactor del Diario de León Álvaro Caballero mostró, a través de 44 reportajes y más de 400 testimonios, el día a día de la pandemia y el drama social y sanitario que provocó el Covid-19.

Elena Martín, con la serie de archivos titulada Cuarentena y publicada en su página web, ha ganado el primer premio de un galardón convocado por el Colegio Profesional de Periodistas de Castilla y León, centrado en el coronavirus. Este premio, dotado con 2.000 euros, demuestra a juicio del jurado que el periodismo se encuentra en constante evolución.

Caballero se ha llevado uno de los dos accésit, consignados con 500 euros cada uno; el otro ha sido para los servicios informativos de Radio Televisión Castilla y León (RTVCyL), por el ejemplo de servicio público desplegado por esta cadena en las emisiones en directo realizadas el 14 y 21 de marzo, con veinte conexiones y diez entrevistas realizadas con los reporteros destacados en las nueve provincias de la comunidad autónoma.

«Después de meses en los que las condiciones nos han puesto a prueba, tanto sanitaria como laboralmente, el premio confirma que mereció la pena contarlo y que hay quien valora cómo lo hicimos»», afirma Caballero. Agradece el reconocimiento al Colegio de Periodistas.

«Se trataba de aprovechar el papel de privilegiada que tuvo la prensa en la pandemia, salir a la calle, preguntar a la gente y contar lo que había. Nada nuevo. La esencia del oficio: un redactor y un fotógrafo en la calle —unos días Jesús F. Salvadores, otros Fernando Otero, Ramiro o Marciano— y toda una redacción, un equipo de administración y comercial, los corresponsales, maquetistas, tratamiento de fotos, infografía, documentación... que sustentaron el periódico en los peores tiempos para el negocio y los mejores para el periodismo», dice.

«Era lo que nos tocaba hacer, sin más». Álvaro Caballero recabó más de 400 declaraciones, con nombre y apellidos, de personas que no suelen salir en la prensa y que dieron testimonio de su actitud para enfrentarse a una época que quedará para la historia. «Fue un lujo estar ahí para escucharles y retratar cómo León encaró la crisis: en las colas de los primeros días, en los consultorios rurales, en la soledad de los cementerios, en los ejemplos de la humanidad de las fuerzas y cuerpos de seguridad y las ONG que cuidaron a los más desprotegidos, en la muestra de la fragilidad de los mayores y, por supuesto, en la valentía individual de quienes sostuvieron negocios esenciales para abastecer a sus conciudadanos».

Para Álvaro Caballero el premio es, sencillamente, «haber estado ahí».