El arte leonés cotiza a la baja

Un buen ejemplo —o al menos una significativa imagen— de lo que está pasando en el mundo del arte aparecía en los medios de comunicación el pasado 20 de enero, cuando la Casa de Alba anunciaba la venta al Museo del Prado de La Virgen de la granada, de Fra Angélico, por esos 18 millones de euros que Carlos Fitz-James calificó de «precio de caballeros», bajo sin duda para tan espectacular joya del Quatroccento. «La crisis ha provocado que mucha gente necesite dinero contante y sonante y haya optado por vender obras de arte, pero tal cantidad de cuadros y de otras piezas artísticas colocadas en el mercado motiva, por contra, el descenso de los precios», explica un experto consultado por este periódico.

El fenómeno también afecta al arte leonés. Ayer, la conocida Casa Ansorena no lograba vender un Labriego de José Vela Zanetti a pesar de que partía de un precio visiblemente inferior al que cabría esperar, 9.000 euros. La subasta, no obstante, podría retomarse en próximos días, una información que aparecerá consignada en la página web de esta veterana sala de subastas madrileña. El cuadro en cuestión muestra uno de esos campesinos meseteños que tan característicos son de la obra de Vela, un óleo sobre lienzo de 100 por 80,5 centímetros y que aparece firmado por el artista en su ángulo inferior izquierdo.

«Se trata de una tendencia general, muy acusada y muy representantiva de este momento», detalló Belén Puente, de la Casa Ansorena. «Los precios están ahora mismo enormemente ajustados, por lo que éste es, sin duda, un buen momento para comprar. Cualquier persona que esté pensando invertir en arte o que quiera iniciarse en el mundo del coleccionismo artístico, que sepa que éste es el momento idóneo para ello», continuó esta especialista.

Por otra parte, obras y bocetos de artistas leoneses más desconocidos pero igualmente interesantes están ‘brotando’ en otras salas; es el caso de Mariano Ciagar, en la casa Durán, o de Primitivo Álvarez Armesto en la barcelonesa Setdart.