Diario de León

Arte con secretos invisibles

La ULE dedica un curso de verano a las nuevas tecnologías para descubrir los secretos que encierran muchas pinturas, desde bocetos iniciales a la firma del autor

sorolla

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León

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El retrato que Goya pintó de Jovellanos ocultaba un secreto ‘invisible’. Bajo el rostro del ilustrado asturiano el artista dibujó a una mujer joven. Este descubrimiento fue posible gracias las técnicas de radiografía y reflectografía. Algunas de estas técnicas de análisis centran un curso de verano de la Universidad de León, que se impartirá online del 25 al 30 de este mes, bajo la dirección de los profesores Jorge Martínez Montero e Iván Rega Castro y que reunirá a destacados especialistas de la Universidad Politécnica de Valencia y de la Universitat de Lleida.

«El objetivo es enseñar a los alumnos técnicas de imagen que se pueden aplicar, sobre todo, en la restauración de pinturas» pero también a la investigación, explica Martínez Montero, profesor de Historia del Arte de la Escuela de Arte y del Departamento de Patrimonio Artístico y Documental de la Universidad de León.

El cuadro de Jovellanos no es el único caso en el que Goya utilizó un retrato antiguo como base para hacer otro, ya que esta técnica le permitía pintar más deprisa los retratos de sus amigos, que solía hacer en una sola sesión. Una investigación posterior desveló que la enigmática mujer escondida en el retrato de Jovellanos era la noble María Teresa de Vallabriga, esposa del infante Luis de Borbón.

El curso diseñado por Martínez Montero e Iván Rega Castro pretende dar a conocer las metodologías «no invasivas» y que no requieren tomar muestras para descubrir añadidos, manipulaciones, degradaciones y prácticamente cualquier ‘secreto’ de una obra de arte. «Se pueden rastrear los espesores en la materia y hallar dibujos preparatorios subyacentes, arrepentimientos del autor, repintes, firmas o inscripciones», explica. De ahí que el curso tenga el acertado título de Haciendo visible lo no-visible.

Martínez Montero confiesa que en las actuales enseñanzas de la rama de artes y humanidades no se analizan estas metodologías, por lo que el curso persigue añadir formación científica a la humanística. Afirma que estas técnicas se pueden aplicar tanto a pintura de caballete como mural. Una técnica que permite descubrir si bajo el encalado de numerosas iglesias leonesas se ocultan pinturas originales, como las encontradas en Peñalba de Santiago, que bajo siete capas de cal, se preservaban murales de época califal (siglo X).

Iván Rega Castro, profesor del departamento de Patrimonio Artístico y Documental de la ULE, retará a los matriculados en el curso —hay 60 plazas— a trabajar con copias y originales para desvelar la autoría de las obras. Cuenta que pondrá ante los alumnos obras de la escuela italiana, del círculo de Murillo, el Greco o Juan de Juanes.

Rega Castro afirma que, gracias a las nuevas tecnologías en fotografía digital, básicamente una cámara modificada con filtros y un software, se pudo atribuir a Goya el primer retrato de Carlos IV; o ratificar que El embarcadero del Retiro fue pintado por un joven Sorolla de 19 años, quien se lo dedica a su amigo el matemático sevillano Augusto Krahe García.

«No se trata únicamente de encontrar una firma no visible, que es algo que se puede hacer con luz ultravioleta, sino de algo más sutil. Se pueden mapear los pigmentos de un cuadro o leer el dibujo preparatorio».

«Se decía que Zurbarán, Murillo y Velázquez no hacían dibujos preparatorios, pero lo cierto es que no había técnicas para saberlo. Ahora un tipo de fotografía de infrarrojos ha permitido averiguar que hay más dibujos subyacentes en las pinturas de los siglos XVII y XVIII de lo que se pensaba».

Según Rega Castro, «todos los avances de la fotografía digital tienen ahora su aplicación en arte». Técnicas innovadoras, pero asequibles. Considera que el trabajo interdisciplinar ha permitido «leer los cuadros de otra forma».

De igual modo, se trata de una herramienta útil para desvelar «falsificaciones» —término que disgusta a Rega Castro—, porque, aparte de la cuestión legal, los restauradores siempre trabajan con obras auténticas, aunque el autor no sea quién dice.

Expertos del Centro de Arte de Época Moderna (Caem) de la Universitat de Lleida, que desvelaron la autenticidad del Sorolla del tamaño de la superficie de una de las cajas de puros que solía fumar, participarán en el curso de la Universidad de León.

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