Así en el cielo como en Prioro

El mismo cielo en Prioro que cada día le dice a Rubén Sánchez que el día ha venido fue su cobijo en los momentos de las grandes decisiones de la vida. Porque hay en él una mirada de largo recorrido, que es su particular así en el cielo como el Prioro, y que practica de forma lo más alejada del socorrido ensimismamiento local. El fotógrafo que encontró el glamour de las estrellas en el cielo de la montaña oriental de León, ve también a partir de ahí el del resto del mundo. De hecho, añade a sus trabajos un seudónimo potente: Earth.

Y ha de ser este nombre una declaración de intenciones de quien ha pasado por la gran Barcelona y el no menos grande Bilbao hasta llegar a la conclusión de que no hay nada mayor que Prioro, su pueblo materno. Ahí vive este fotógrafo que trabaja para la agencia Getty Images, que es como decir jugar en la Champions de la fotografía. Por ejemplo, para Sánchez este verano olímpico le supuso otra de sus especialidades: el trabajo de anticipación, que consta en una más que interesante colección de fotografías sobre Japón y puntos relacionados con el acontecimiento deportivo finalmente cancelado. La pandemia ha hecho el resto, aunque su ancla en la montaña leonesa se había fijado con firmeza mucho antes como lugar para vivir. En su caso, con un pie dentro con tanta convicción, como con el otro siempre dispuesto nada perezoso a cualquier aventura fotográfica por el mundo. Sus imágenes valen tanto como un sueño, porque algunas tienen que llegar de allí.

¿Y qué hace alguien que tenía en el País Vasco una rentable productora? Rubén Sánchez comenzó a sospechar que aquel pasado cargado de futuro venía con trampa: «Me di cuenta de que no hacía más que trabajar. La crisis me sirvió para echar el freno. El mundo de la fotografía, la imagen y todo lo que tuviera que ver con trabajos en diferentes entornos y países me interesaba», casi reflexiona sobre aquel momento. El caso es que eligió Prioro, el pueblo de su madre, como lugar en el que descansar un par de meses para planificar. Y, claro, entre todas las prioridades, como no podía ser menos, se impuso Prioro...

Así, lo primero que pasó, aunque solo sea sentimentalmente, fue reanudar el hilo familiar de la relación con el pueblo, y decidió quedarse a vivir allí. Ese fue el cambio de tercio vital en el que encontró en su madre, Sildi, residente en Barcelona, a la más entusiasta de la decisión tomada.

Pico Jario en los Picos de Europa, en la zona de Sajambre. RUBÉN EARTH

El presente parece que le da la razón, embarcado en múltiples proyectos pese a la pandemia. «Para mi, vivir en Prioro solo tiene ventajas», afirma. Luego, sí confiesa que en lo cotidiano tiene que buscarse la vida para cosas tan elementales, y más para su trabajo, como que la conexión a Internet funcione. Cosa que no ocurre siempre (tiene contratadas dos líneas; como si en una encontrara lo que la otra promete, y viceversa).

En definitiva, en Rubén Sánchez hay alguien dispuesto a crear vida en Prioro y a la par ser su embajador.

Alguien que hace arte desde la realidad de los paisajes y la gente de la montaña oriental de León. Podría decirse que pasa a imagen los monumentos naturales de esta tierra. Eso es en parte lo que desarrolla con su proyecto Rurales , que es un paseo humano por quienes han decidido vivir con cierta mano en las riendas del destino. Pero esa vía láctea es también la que a él le mueve. Y, entonces, recorre el mundo.