Diario de León

Patrimonio y belleza

Babia y El Bierzo a los pies de Espido Freire

La escritora reivindica el patrimonio y la belleza de lo cercano. A punto de reeditar el libro ‘Daibulus in Musica’, más cerca de publicar su biografía de Jane Austen y mientras reflexiona sobre si dará a luz una nueva novela, Espido Freire redescubre Babia, El Bierzo y Laciana en plena pandemia, un tiempo en el que «lo cercano cobra otra importancia», afirma.

León

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Con Melocotones helados se convirtió en la ganadora más joven del premio Planeta. Tras sus pasos por Babia, Laciana y el Bierzo durante este mes de agosto la obra que le viene a la cabeza es Hijos del fin del mundo, con la que ganó el premio Llanes al mejor libro de viajes.

Y es que Espido Freire (Bilbao. 1974) no sólo ha hecho el Camino de Santiago dos veces a pie, sino que ha atravesado su estela en multitud de ocasiones con destino a las tierras gallegas, donde se asientan sus raíces familiares. En este nuevo viaje por tierras leonesas y bercianas ha seguido la senda de los reyes leoneses y las huellas de El Señor de Bembibre, libro que leyó por primera vez con 15 años de edad, desde los restos del castillo de Cornatel. La histórica Calle del Agua de Villafranca del Bierzo, santo y seña del Camino de Santiago, o Las Médulas, meca de la ingeniería romana, son otros de los escenarios que ha visitado.

De todo ello da cuenta estos días la escritora en sus redes sociales con unas fotos que amplifican la belleza y majestuosidad de los espacios que ha puesto a sus pies con la devoción de quien defiende el patrimonio, material e inmaterial, casi «como si fuera una cruzada» y con la pasión de quien disfruta compartiendo lo que siente y lo que sabe. Son tiempos, dice, de pararse en lo cercano y disfrutar de la belleza. Y son lugares, insiste, a descubrir «no sólo por el turismo externo, sino por el interno». «La calma favorece la percepción de la belleza».

De Babia destaca que el primer rey del que se tiene noticia que se retiró a descansar en el inmenso silencio de sus montañas es Alfonso IX, tras declinar apoyar en la batalla de Las Navas de Tolosa a Alfonso VIII de Castilla. Fue Quevedo quien popularizó el dicho ‘estar en Babia’, como sinónimo de descansar como un rey. Espido Freire ha sentido «la impresión de la pequeñez» y «el privilegio del silencio». En el castillo de Cornatel la niebla intensificó el aroma a romanticismo que destila el lugar a través de la historia y la literatura.

«La literatura —dice— es el resultado de contar una historia que mezcla psicología, historia y una visión de la vida».

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