Botines aloja tres colecciones ‘muy privadas’ de Picasso

André Malraux predijo que en la memoria del siglo XX en Francia quedarían tres nombres: De Gaulle, Picasso y Chanel. Marisa Oropesa, comisaria de la exposición P icasso, arte e intimidad, que puede verse en Botines hasta el 14 de mayo, no está de acuerdo, porque en esa lista faltan Sartre o Camus y porque Picasso era español.

Oropesa, que fue directora de la Galería Levy de Madrid y miembro del comité de la feria Arco y actualmente es gestora cultural y comisaria de exposiciones, ha hecho posible que el edificio de Gaudí reúna tres series completas de grabados de Picasso, «algo muy difícil de conseguir». Proceden de tres coleccionistas catalanas. «Las tienen en sus casas y no las prestan». Únicamente se han visto en Francia y Chile.

Son medio centenar de obras con las que Botines conmemora el 50 aniversario del fallecimiento del genio malagueño. La muestra permite «disfrutar» al Picasso grabador, una faceta en la que también fue sobresaliente. «Todos los grandes artistas han hecho grabados», recordó la comisaria. Entre 1899 y 1972 Picasso realizó ininterrumpidamente obra gráfica, hasta producir 2.200 obras, a menudo organizadas en series.

«Contrariamente a sus estudiadas y muy intelectuales composiciones pictóricas, en el dibujo y en el grabado se puede descubrir al verdadero Picasso, a aquel que soñó toda su vida con las costas malagueñas de su infancia, con la pintura del Greco y con los olores y sonidos de su tierra natal», según Oropesa.

Entre las series que se exhiben en la primera planta de Botines están Les Cavaliers D’Ombre, Los bailarines, dedicada a Geneviève Laporte, el amor secreto de Picasso, o el entierro del conde de Orgaz, un homenaje al Greco, con escenas orientales, circenses, mitológicas y desnudos alegóricos. Una serie para la que el artista pidió a su amigo Alberti que escribiera los textos. También hay obras pertenecientes a la Suite Vollard, realizadas para el marchante francés Ambroise Vollard, así como pochoirs, que datan de la etapa cubista, en las que el artista utilizó plantillas. «Picasso hoy sería un youtuber, porque enseñaba a su familia, plasmaba su día a día y fechaba cuando comía o dormía», asegura la comisaria.

Una sala está dedicada a las mujeres de Picasso, donde se proyecta un documental sobre su vida. Las obras que aloja Botines, desde los primeros años hasta la madurez y plenitud artística del autor del Guernica , son un resumen de su vida, de sus etapas artísticas y de sus temas recurrentes: el circo, los toros y las escenas eróticas. La exposición muestra una plancha original junto a uno de los grabados.

«Es una exposición de gran nivel», en palabras de José María Viejo, director general de Fundos, porque «permite que Botines se incorpore al selecto elenco de instituciones que acogerán exposiciones de Picasso este año». «El binomio Picasso-Gaudí es todo un éxito; una unión de dos genios difícilmente superable e irrepetible», según coincidieron Oropesa, Viejo y Raúl Fernández Sobrino, responsable de Cultura y Patrimonio de Fundos.

Grandes exposiciones

Fernández Sobrino anunció que Picasso, arte e intimidad «abre una nueva línea de programación». «Vamos a producir tres grandes exposiciones al año, dedicadas a los grandes referentes culturales y que estén a la altura del contenedor que es Botines». El objetivo, además, es dar a conocer la pinacoteca de Fundos.

Sobrino recordó una encuesta sobre los 150 artistas españoles del siglo XX más destacados. El resultado: Picasso, Gaudí y Sorolla; por este orden. Picasso y Gaudí ahora están unidos en Botines y Sorolla será el siguiente.

Paralelamente a la exposición, habrá un ciclo de conferencias, los días 23 de marzo, 27 de abril y 10 de mayo; así como talleres infantiles, visitas guiadas, un concierto de Sira Fernández (15 de abril) y dos cinefórum con la proyección de El misterio de Picasso, de Henri-Georges Clouzot (30 de marzo) y Sobrevivir a Picasso, de James Ivory (4 de abril).