Caminar por el lado tranquilo del pop

Tocar en el Sonorama, mientras no se demuestre lo contrario, es actualmente como hacer cumbre en el pop-rock patrio. Por eso, que los leoneses Zabriskie sean hoy estrellas (por un día pero para siempre) en Aranda de Duero hay que recibirlo como una gran noticia. En parte, por la presencia tal cual en un cartel como el de este festival comandado por Javier Ajenjo, alguien que merecería ya un monumento en la escena musical española, pero también porque no es gratuito que la banda de Juan Marigorta, Alberto de Gabriel, Carlos Arede y Alex Modia esté de actualidad. Si por las canciones se conoce a los grupos, con Latitud , un larga duración que aguanta de sobra una y mil escuchas seguidas a la vieja usanza, Zabriskie inauguró un tiempo de potencia artística que se traduce tanto en los temas como en un directo bastante más contundente y emocionante de lo que, en ocasiones, basta para ser un respetable grupo de pop-rock. Y en su caso marcado por muchas influencias, añejas y modernas, pero siempre de enjundia.

Por eso, desde León, mañana al mediodía se intuirá lo que pase cuando Zabriskie pise el escenario del Sonorama. Algunas pistas las da Juan Marigorta: «Qué duda cabe que el Sonorama se ha convertido por méritos propios en un festival de referencia, y tocar en esta edición 25 aniversario nos hace una ilusión especial. Recuerdo que, siendo un chavalillo, en el año 2000, fui con mi novia de entonces y ya de aquellas se respiraba un ambiente especial. Eso sí, la zona de acampada en el campo de fútbol, donde se doblaban las piquetas de lo duro que estaba el suelo, ¡era un auténtico horror! Todos los del grupo tenemos de un modo u otro buenos recuerdos del festival y sabemos de la trascendencia que puede llegar a tener tocar ahí», explica.

Habría, por tanto, que detenerse en si hay alguna evolución festivalera, sin ánimo peyorativo, para poder formar parte de esa especie de lista cerrada (como algunos artistas critican) que da acceso a los festivales de verano. Y que en el caso de Sonorama puede decirse que se la saltan por la propia envergadura del evento. «En gran medida este single lo hemos grabado con la idea de ofrecer un chute extra de energía en los directos, pero eso es, sin perder nuestra esencia, sea cual sea. El disco anterior quisimos que sonara muy añejo y que toda la instrumentación y la producción invitaran a pensar que podía estar grabado hace 40 años, pero ahora nos apetecía hacer algo que sonara más actual. Nos hemos quitado esa autolimitación estilística. Por otro lado, Ext. Noche , nuestro último single, no deja de ser una canción power pop con pinceladas de sonidos sintéticos. Pero power pop al fin y al cabo. Lo que nunca ha estado en nuestra mente es tratar de ser una copia de Vetusta, Izal y demás, entre otras cosas, porque ya está petado de copias», asegura Marigorta, tirando de humor.

El valor de las letras

Embarcados en esta evolución, sería desde la óptica musical que une a los cuatro componentes de Marigorta, aunque sea él quien lleve el peso de la voz cantante y compositora. «Realmente, como comentaba antes, es casi más una cuestión de producción musical, de elección de los sonidos y demás, que de composición. De hecho, curiosamente este último single es una canción que tenía guardada en el cajón desde hacía unos cuantos años. Lo que hemos hecho ha sido darle un lavado de cara para que suene más fresca y actual. Lo que quiero decir es que, en ese sentido, no creo que haya una evolución a nivel compositivo, más allá quizás de darle un poco más de peso a las letras».

Sonido banda

Lo que sí está claro es que hay que aspirar a tener, como cantaba Antonio Vega, un grosor de púa y un sonido fiel... O, al menos, que las diferentes propuestas respondan más a la inquietud creativa que a huir del objetivo exigente de mantener cierta coherencia. La pregunta podría ser por tanto cual sería su papel en ese maremágnum que es Sonorama. «Difícil pregunta. Creo que somos un tanto inclasificables, como el propio Sonorama. Es cierto que Zabriskie no deja de ser una banda rockera y popera a partes iguales, con nuestra dosis particular de psicodelia en los directos. Pero de verdad, creo que ahora mismo somos un rara avis en el panorama actual festivalero. Cada concierto tiene su parte de improvisación, de dejar fluir la energía del momento. No sé si habrá algún grupo con estas características en todo el festival aparte de nosotros, la verdad», remata Juan Marigorta.