Diario de León

Restauraciones del patrimonio

La Capilla Sixtina de León recuperará su esplendor

La Junta restaurará las pinturas del Panteón Real de San Isidoro el próximo año La última intervención en 1984 solo afectó a los frescos más deteriorados

León

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La resurrección de San Isidoro no tiene fin. Comenzó hace veinte años, pero no hay fecha de conclusión. La reforma del museo —actualmente en marcha— y la finalización de los trabajos en el claustro Fonseca, no rematarán una rehabilitación que ya supera los seis millones de euros. Las pinturas murales del Panteón Real, considerada la Capilla Sixtina del románico y que no se tocan desde hace 35 años, ya están en lista de espera. El consejero de Cultura de la Junta de Castilla y León, Javier Ortega, anunció ayer que ‘pasarán por el quirófano’ el próximo año. También está pendiente la rehabilitación del claustro en el que se encuentra el Panteón Real, para el que no hay plazo. En 2011 la restauradora Natalia Martínez Pisón, la historiadora Carmen Rebollo Gutiérrez, y el doctor en Químicas Enrique Parra Crego realizaron un exhaustivo informe sobre el estado de conservación de las pinturas medievales realizadas por orden de Urraca, hija de los reyes Fernando I y Sancha. Los tres expertos detectaron importantes pérdidas de muro, suciedad y algunas patologías no remediadas en anteriores restauraciones.

 

En los años 70, por decisión del arquitecto conservador de San Isidoro Ramón Menéndez Pidal, el artista Antonio Llopart —al que encargó arrancar las pinturas de la cámara de Doña Sancha, restauradas hace dos años—, también efectuó trabajos de consolidación, limpieza y fijación de las pinturas del Panteón Real. Entre 1982 y 1984 el Instituto Central de Restauración de Obras de Arte realizó intervenciones puntuales en los frescos más deteriorados.

 

 

El año pasado la Junta llevó a cabo nuevos análisis de los murales bajo los cuales reposan 23 reyes, reinas, infantes y nobles. En 2018 Iberdrola cambió la iluminación ornamental de los sesenta, obra de Seoane, por otra cuya luz «se asemeja mucho a la solar», pero no desprende calor ni daña, las valiosas pinturas. Ante la actual intervención para triplicar el espacio del museo —que previsiblemente concluirá en verano— se colocaron una decena de sensores en la Capilla Sixtina del románico para detectar el mínimo movimiento o variación térmica. El objetivo es tener monitorizada de forma permanente la ‘joya’ de San Isidoro, desde temperatura a humedad, luz, xilófagos y el impacto de los más de 100.000 visitantes que pasan anualmente por el Panteón Real, así como cualquier alteración que pueda afectar a esta obra maestra. El comienzo de la restauración dependerá de la marcha de las obras en el museo.

 

El azote de Napoleón

Las pinturas constituyen un auténtico hito. En la escena de la Anunciación el artista recrea un bucólico paisaje leonés. También es excepcional el célebre calendario agrícola, que resumen en doce medallones cómo era la vida de los leoneses en la Edad Media a lo largo del año. En la escena de Crucifixión, a los pies de Cristo, están representados los reyes Fernando I y Sancha, los grandes mecenas de San Isidoro y artífices de su gran tesoro. Igualmente espectacular es la representación de la Cena con el copero, que según la historiadora Margarita Torres avala su tesis de que el cáliz de Doña Urraca es el Santo Grial.

 

Fue el historiador Gómez Moreno el que bautizó estos frescos como la Capilla Sixtina del románico. Aunque las tropas napoleónicas causaron grandes estragos en el Panteón Real, saqueando las tumbas y convirtiendo este espacio en establo, las pinturas lograron salvarse.

 

Según la Consejería de Cultura, todas las intervenciones en San Isidoro han estado vinculadas a trabajos de investigación que han permitido establecer «una documentación muy precisa y actualizada de la evolución constructiva del complejo y ampliar el conocimiento de espacios previos a los edificios actuales. El reto del proyecto pasa por adaptarse a los nuevos hallazgos y plantear modificaciones que permitan tener una lectura coherente del edificio y conservar las aportaciones históricas, haciéndolo compatible con el uso propuesto».

Presentación, ayer, de las obras de restauración que se van a realizar en las pinturas del Panteón Real de San Isidoro. RAMIRO

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