Las cartas de mujeres en la posguerra leonesa

Bajo el título de Las Cartas perdidas hay un documental y un espectáculo escénico que homenajea y pone blanco sobre negro a la situación de represión vivida por las mujeres en España en la posguerra. Es un relato de olvido que requiere el esfuerzo de la memoria, porque es el testimonio casi mudo de lo que pasó y que ahora Amparo Climent rescata con la contundencia del drama real vivido. Es así un espectáculo narrativo y musical planteado desde una perspectiva de género y basado en las cartas reales y en los testimonios de las mujeres represaliadas por el régimen franquista.

Hay en Las cartas perdidas un recorrido emocional por la historia de la posguerra española interpretado por un grupo de actrices e ilustrado con canciones populares que acompañan a la historia y lo vivido en España. El testimonio llega a León como lugar de rodaje de escenas, como el patio de la cárcel, en donde el equipo de producción también revela imágenes con presos que les enviaron desde el Archivo Histórico Provincial.

Estrenada en el Instituto Cervantes de Madrid con motivo de la apertura de los actos oficiales del 80 Aniversario del Exilio Republicanodel Ministerio de Justicia, Las Cartas Perdidas ha recorrido parte del país con diversas actuaciones institucionales, como en salas teatrales y Festivales de Teatro. Ejemplos de estas actuaciones han sido las llevadas a cabo en la Universidad Complutense de Madrid, en la Fundación Sindical Ateneo Primero de Mayo,y en la jornada sobre mujeres en León junto a Fundación Anastasio de Gracia-Fitel, en el Centro Cultural Blas de Otero en San Sebastián de los Reyes y El Foro del Arte en Madrid, donde ha estado 9 meses en cartel agotando todas las localidades, y las efectuadas en el Festival Internacional de Memoria Democrática y en el Festival de Teatro de Oropesa de Toledo, donde además fue premiada con el premio a mejor actriz para Amparo Climent. La obra de teatro ha recorrido gran parte de la geografía española como por ejemplo Valladolid y Ávila junto a la Fundación Fermín Carnero, y diversas ciudades como Guadalajara, Toledo, mas ciudades y pueblos de la Comunidad de Madrid.

Se las trató con una crueldad y violencia desmedida, por tener algún parentesco con republicanos, o simplemente las que eran denunciadas de una forma anónima.