Diario de León

La última harinera

La Casa de la Palabra, la ventana para reconquistar la identidad leonesa

El molino Sidrón será reconvertido en La Casa de la Palabra, una institución que pondrá en valor la memoria de la literatura, la lengua y la oralidad de León y que servirá como vanguardia frente a los intentos de difuminar la realidad leonesa

León

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Son apenas 350 metros cuadrados, pero la reconquista de la identidad no entiende de espacio. La apuesta del Ayuntamiento por devolver a la ciudad uno de los tesoros patrimoniales más valiosos de la historia —el trazado de la muralla de Era del Moro— no se detiene con la puesta en valor de la fortaleza. El molino Sidrón, la última harinera que pervivió en la ciudad dejará de ser una ruina para trascender a la carcasa que queda de la ruina.

La rehabilitación del viejo edificio forma parte de un proyecto mayor con el que el equipo de gobierno quiere convertir la literatura, el alma de la provincia, en la vanguardia para mostrar a los leoneses la vitalidad de su identidad histórica, política y cultural.

El proyecto de rehabilitación lo realiza el Instituto Leonés de Renovación Urbana. «Tenemos una deuda con los escritores leoneses. La cantera tremenda de autores consagrados que hay en la provincia tiene que ser reconocida. Y queremos que el Aula de la Palabra acoja esa memoria y el futuro». Evelia Fernández, concejala de Cultura ya ha mantenido reuniones con algunos escritores y, asegura, «han acogido bien la idea». «Esto no puede convertirse tan sólo en un lugar para el recuerdo, sino en un espacio dinámico que muestre el valor cultural de la provincia». La edil destaca que la idea hunde sus raíces en África. Allí, cada pueblo tiene su propia casa de la palabra, ágora en la que los ancianos se reúnen para tratar asuntos concernientes a la comunidad. Este lugar no sólo sirve para dirimir entuertos y resolver problemas sino que es el centro de reunión, al fresco de su sombra, después del trabajo, en el que se charla, se cuentan las últimas novedades del pueblo y se trasmiten historias de unos a otros, algo parecido a la Casa del Humo de Lois donde Honorino Álvarez daba pie a los filandones. «El tema de la oralidad para mí es muy importante. El filandón y los calechos son el origen de nuestra literatura, de nuestra palabra escrita y eso está reconocido por todos los autores», incide para defender que es la memoria de la infancia lo que les ha construido como narradores y poetas.

La importancia de las tradiciones orales para la cultura leonesa también será protagonista de esta iniciativa intelectual. «Toda la cultura tradicional es la que nos ha traído hasta aquí», sostiene. Recuerda que en su anterior etapa como edil puso en marcha la campaña para lograr que el filandón y los calechos fueran reconocidos como Memoria de la Humanidad. «Nos lo paralizó la Junta porque no lo declaró Bien de Interés Cultural», recuerda.

La reconquista del relato es uno de los propósitos del equipo de gobierno, una tarea que, según Fernández, es fácil de acometer. «Sólo hay que integrar todos los territorios míticos que tenemos a través de nuestros escritores», dice para citar Celama, a Lot, a Maqueda o a Petavonium, por poner cuatro ejemplos. No se olvida de la lengua leonesa y subraya la importancia de recuperar el acervo que ese mundo atesora. «Con Faceira estamos haciendo vídeos en la plataforma del Ayuntamiento», explica. Añade que todo ello es lo que ha ido grabando la memoria leonesa, la idiosincrasia, la manera de ser del pueblo de León. Para lograrlo, trabajan es la puesta en valor de los territorios literarios, que la concejala considera «vitales» en la construcción de la identidad. ¿Cuánta gente ha ido a conocer el Curueño tras leer El Río del olvido ? ¿O Trasosmontes?», se pregunta. «Será, además, un lugar democrático, donde todos los leoneses puedan acudir para presentar ideas, propuestas, etc, vinculadas a la literatura y a todo lo que le rodea, como ilustradores o editores», recalca.

Por otro lado, la concejala deja claro que la Casa de la Palabra trascenderá al propio espacio y la zona ganada con la puesta en valor de la Era del Moro será también escenario de muchas de las actividades que se realicen.

Una de las pretensiones de la concejala es crear una Caja de las Letras semejante a la que hay en la sede madrileña del Instituto Cervantes. «Si los autores consagrados quisieran dejarnos archivos, primeras ediciones, borradores, manuscritos... en herencia a la ciudad». Evelia Fernández lamenta que, por falta de espacio, este legado no pueda ser acogido en la Casa de la Palabra.

Patronato de Cultura

Sin embargo, considera que podría crearse un área dentro del Archivo Histórico Municipal donde todo ello se pueda consultar por todos. El Ayuntamiento creará un Patronato de Cultura que gestionará la cultura de la ciudad. Para ello, habrá representantes de todos los ámbitos que enriquecerán con ideas y proyectos la potencialidad de León como capital cultural española. «El patronato surge con la finalidad de que la gestión cultural no sea el capricho del político y que los proyectos interesantes para los ciudadanos no sean suprimidos por veleidades ideológicas», defiende. Además, la concejala también considera que este órgano podrá generar criterios propios que impidan que el capricho del concejal de turno malgaste el dinero público. «Pretendo que haya representantes de la cultura de la ciudad y que se pueda consensuar la puesta en marcha de proyectos. A mí me llegan decenas de ideas de todo el país porque se han dado cuenta de que aquí no se ha detenido la cu ltura, que la hemos potenciado durante la pandemia y la selección no tiene por qué ser tan sólo mía», asume.

Asimismo, revela que la intención es que este nuevo órgano cuente con patrocinadores. Por ello, el futuro gerente «tendrá que moverse» para buscar financiación. «Hay mucho dinero que debe reinvertirse para que el talento que ha tenido que irse regrese y genere valor añadido», reivindica. La Casa de la Palabra se inaugurará con la memoria del molino Sidrón, que realizará el historiador Javier Revilla, uno de los expertos que más conoce de la historia de los molinos que atesoró la ciudad. «Hablaremos con Aurora Martín, que es la última superviviente», y adelanta que será una jornada de puertas abiertas con la finalidad de que los leoneses conozcan la historia de la ciudad. Revela que se ha descubierto mucha documentación que se ha recogido para ampliar la información sobre la ciudad a finales del siglo XIX y principios del XX.

El Ayuntamiento potenciará el festival de verano Cuna del Parlamentarismo y se celebrará el aniversario con conferencias sobre el 1100 aniversario de la decisión de Alfonso IX que marcó la diferencia del Reino de León.

«Hay que dar a conocer la decisión de la Unesco porque no hay muchas ciudades que sean memoria del mundo», subraya. Hasta ahora el presupuesto ha sido pequeño, pero Evelia Fernández anuncia que la pretensión es que sea el germen de algo que vaya creciendo y pueda proyectarse al exterior.

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