La Catedral busca un ‘alero’ para salvar la portada principal

La portada principal de la Catedral de León se encuentra en una situación extrema. Entre 2006 y 2010 se llevaron a cabo análisis exhaustivos para averiguar las patologías que sufría, la evaluación de las restauraciones históricas y las posibles pautas de intervención. La primera medida fue apear las 23 estatuas góticas de la fachada, en un avanzado estado de degradación, y trasladarlas al claustro, donde llevan doce años.

Salvar el triple pórtico ojival de la Catedral es una misión tan compleja y delicada que el Cabildo ha optado por convocar un concurso de ideas. Espera que los mejores estudios de arquitectura de la Unión Europea aporten la solución que permita proteger «un notable conjunto escultórico de primer orden en la historia del arte», sin alterar la imagen icónica de la fachada. El plazo concluye el 16 de febrero.

Un jurado, integrado por el presidente del Cabildo y ocho vocales —dos del Cabildo, dos representantes de la Junta, dos profesionales de reconocido prestigio, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y el Colegio de Arquitectos de León— seleccionará las seis mejores propuestas. Hasta ese momento, todas serán ‘anónimas’. Los diseños se presentarán bajo un lema y la identidad de los arquitectos no será desvelada hasta la elección de los seis mejores candidatos, que tendrán otros dos meses para redactar un anteproyecto más concreto. Estos finalistas recibirán un premio económico de 3.000 euros; y 12.000, el ganador —cuantía que será descontada de sus honorarios si el proyecto llega a ejecutarse—. Las seis propuestas se expondrán al público antes del fallo definitivo.

Diagnóstico demoledor

Hasta la fecha, todos los procedimientos reparadores que en cada momento se consideraron idóneos «no solo han resultado ineficaces, sino que han acelerado el deterioro». Es la conclusión demoledora de los análisis. El alto nivel de insolación, las extremas fluctuaciones térmicas, las altas oscilaciones de humedad y la calidad de la piedra han colocado la portada al borde del colapso. El diagnóstico es contundente: los tímpanos están en mal estado; las arcadas, en situación grave; y la estatuaria exenta y los pilares, en riesgo de pérdida inminente. Por si fuera poco, es preciso una intervención que preserve la policromía que se conserva. En el siglo XV la fachada se decoró con policromía al óleo. Con posterioridad, se añadieron dos revestimientos, uno policromado con aplicación de lámina de oro; y otro, de manera parcial, en monocromía.

Policromía que la portada del Dado. JAVIER FERNÁNDEZ ZARDÓN

La portada norte, hermana del pórtico principal, que se encuentra ‘embutida’ en el interior del claustro, presenta un estado de conservación notablemente diferente, con su policromía prácticamente intacta.

Los arquitectos que participen en el concurso deberán aportar además medidas de conservación para restaurar posteriormente los elementos escultóricos que permanecerán ‘in situ’, así como la sustitución de las 23 tallas apeadas y los pilares por réplicas.

Una ‘Visera’ para la Catedral

En las bases del concurso (publicadas en la web de la Catedral y que pueden consultarse en la edición digital del Diario de León), el Cabildo apunta que en origen numerosas portadas no estaban desprotegidas: «Contaban con elementos arquitectónicos como pórticos o atrios destinados, precisamente, a garantizar la perdurabilidad de los conjuntos ornamentales». «Otra forma de protección fueron la superposición de tejaroces o avances de aleros». El Cabildo admite que estas soluciones constructivas se han eliminado en muchos monumentos, sin conocerse los motivos concretos. Sin embargo, ello ha provocado que muchas portadas se hayan visto expuestas a condiciones ambientales para las que no fueron preparadas.

La estética, ante todo

El concurso establece como requisitos la menor intervención necesaria, no alterar componentes originales de la fachada, empleo de materiales que no produzcan daños por envejecimiento, que la instalación sea reversible, que no suponga un cambio drástico en la estética de la Catedral ni crear confusiones miméticas o recreaciones ilusionistas de los estilos artísticos dominantes en el templo gótico.

La actuación se podrá desarrollar a lo largo del perímetro exterior del pórtico. A priori, la verja circundante será el límite, aunque podría ampliarse en función de la idoneidad de la propuesta. Asimismo, los proyectos tendrán en cuenta que el subsuelo de la Catedral es de alto valor arqueológico. No hay que olvidar que el edificio se construyó sobre una primitiva iglesia románica y, a su vez, sobre unas termas romanas.

Otras claúsulas establecen que ningún candidato puede tener relación profesional o de parentesco con los miembros del jurado. El fallo del concurso tendrá lugar antes de 40 días del inicio de la segunda fase, es decir, el 28 de marzo como fecha límite.

El jurado otorgará un máximo de 50 puntos a cada propuesta: 20 al concepto arquitectónico (creatividad e innovación), 20 puntos a la protección de los elementos arquitectónicos y escultóricos y otros 10 al rigor y viabilidad (posibilidad de ejecutar el proyecto).

Gumersindo Bueno, director general de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León, anunció el 23 de octubre en León que la administración autonómica afrontará todos los gastos de la ejecución del proyecto. Hace seis años que la Junta no destina fondos al primer monumento de la ciudad, que ha tenido que afrontar en solitario las últimas restauraciones con el dinero que recauda en la taquilla.