La Catedral contada en crímenes

verónica viñas | león  

Una visita a la Catedral de León entre sepulcros, obispos muertos y una condesa asesinada. Es la propuesta de los medievalistas de la Universidad de León, que contarán la historia del templo gótico a través de crímenes y muertes de personajes que yacen entre sus muros. La idea es de lo más original. En el marco de la Semana de la Ciencia, que celebra toda Europa y en la que participa la Universidad de León, el grupo de Investigación PAM (Patrimonio Artístico Medieval) quiere reivindicar las investigaciones en el campo de las Humanidades, que suelen tener menos repercusión en la sociedad que los hallazgos científicos.  

El día 15 de este mes, 25 personas podrán realizar una visita muy especial a la Pulchra —previa inscripción—. De la mano de especialistas accederán a los tesoros ocultos de la Catedral, a través de cuatro itinerarios que discurren por lugares habitualmente cerrados al público, donde conocerán, de manera didáctica, las últimas investigaciones vinculadas con el templo leonés.  

Esta experiencia ‘piloto’, que quizá el Cabildo podría incorporar en el futuro, incluye cuatro rutas que tratan de desentrañar otros tantos misterios, bajo el título ¿Quiénes construyeron las catedrales góticas?: obispos, reyes, artistas y otros personajes más o menos ilustres , impartido por los profesores José Alberto Moráis Morán y María Dolores Teijeira Pablos.  

«Mediante unas visitas didácticas, amenas y fácilmente asequibles para todo tipo de público, pretendemos sacar la ciencia a la calle, fuera de los laboratorios, bibliotecas y aulas universitarias. Esa tarde se realizarán cuatro itinerarios científicos por la Catedral», explica Moráis.  

La primera ruta abordará el papel de los maestros de obra y arquitectos que trabajaron en León. El segundo itinerario se interesará por el papel de los reyes y obispos que pagaron las obras de arte.  

El sobrino asesino  

Bajo el título Muerte y memoria en el arte gótico leonés , el tercer itinerario permitirá a los espectadores caminar entre iconografía de la muerte e imágenes de obispos muertos en los siglos del gótico. Podrán visitas, de manera extraordinaria, el famoso sepulcro la condesa Sancha Muñiz. Su tumba describe su vida y su muerte. Hija de un rebelde a la corona, tuvo tres maridos y fundó el monasterio de San Antolín. Gran benefactora de la Catedral, fue asesinada por su propio sobrino, Nuño, para hacerse con la herencia.  

El momento del asesinato quedó inmortalizado en el Libro de las Estampas, una joya bibliográfica de la Catedral, que reúne los testamentos de los reyes de León. Este códice fue robado en 1969 y estuvo en paradero desconocido hasta 1977, cuando fue recuperado por la Interpol en Inglaterra. Sin embargo, el códice (fechado en el año 1200) no volvió completo. Había desaparecido para siempre la estampa con la imagen del rey Ordoño II. Alguien la arrancó del códice antes de que el libro retornara a León.  

En el último itinerario, Destrucción y restauración del edificio gótico , se podrá conocer cómo fue la Catedral en otros siglos, como cuando se derrumbó el cimborrio, así como las heridas que han dejado en el templo algunas rehabilitaciones.  

Los visitantes contemplarán los frescos del gran pintor Nicolás Francés que se encuentran en la capilla de Santa Teresa, descubiertos en 1920 durante unas obras de restauración. Las pinturas llevaban 300 años ocultas detrás de un retablo. En 2010 el Cabildo y la Fundación del Patrimonio Histórico invirtieron 125.000 euros en la recuperación de estos murales fechadas en el año 1459 que representan el martirio de san Sebastián. La escena se había tapado con un revoco, al que se le añadieron sucesivas manos de pintura. En la parte inferior del mural se representan cuatro imágenes de san Fabián, san Antonio Abad, san Bartolomé y san Antolín.  

«La gente cree que conoce la Catedral de León, pero hay muchas cosas sorprendentes», según el profesor Moráis. La intención de este historiador y del equipo PAM de la Universidad es intentar organizar, al menos una vez al año, una «visita especial» a la Pulchra. En su opinión, «es también una forma de incentivar la cultura y el turismo».