El Cervantes convierte la novela ‘Berlín Vintage’ en una ruta por Roma

Berlín Vintage, de Óscar M. Prieto, se ha convertido en un nuevo reclamo turístico en Roma. No podría ser de otra manera. El gran panel que sobre Caravaggio ha dibujado con maestría el escritor leonés ha sido utilizado por el Instituto Cervantes para crear una ruta artística en la ciudad eterna. Lo suyo es que ahora esta idea se desarrolle en el resto de escenarios en los que se desenvuelve la obra: Londres, Madrid, Malta, Sicilia, San Petersburgo, Milán, Berlín y Ginebra.

Además, este ‘thriller’ ha tenido gran acogida en las ferias de Frankfurt, Guadalajara y Londres, y se han interesado por él editoriales de Francia, Holanda, Grecia, Croacia, Alemania, Hugría, Polonia y Japón.

El pasado mes de abril, el Instituto Cervantes de Roma eligió Berlín Vintage para el club de lectura de ese mes, que organiza su Biblioteca María Zambrano. Óscar M. Prieto mantuvo entonces un encuentro con medio centenar de lectores. Lo que en principio no iba a ser sino una discusión literaria se transformó en la posibilidad de poner en marcha un itinerario literario por los escenarios que aparecen en la novela y acompañarlos de la lectura de los pasajes de la misma. «El encanto de esta actividad es que rincones, iglesias y palacios de aquellos tiempos siguen hoy igual, las mismas calles por las que paseaba Caravaggio o se batía a duelo, el palacio en el que le alojaba el Cardenal del Monte, incluso hay seis ‘caravaggios’ en el lugar original para el que fueron pintados y de acceso gratuito, algo impensable en cualquier otra ciudad del mundo», destaca el escritor.

La actividad fue un éxito total, hasta el punto de que a este particular peregrinaje acudieron representantes de distintas embajadas: de Argentina, España, Honduras, Rusia y República Dominicana. Cada etapa de este recorrido se inició con la lectura de un pasaje de la novela que describiera ese mismo escenario. Comenzaron a las 10.30 horas en San Luis de los franceses, la iglesia donde se encuentra la Capilla Contarelli, con tres obras maestras de Caravaggio (La vocación de San Mateo, El martirio de San Mateo y San Mateo y el ángel). Y es que cuando Aldous, el protagonista de Berlín Vintage, ve por primera vez La vocación, decide recorrer el mundo para contemplar todas las obras de este maestro: «No fue Jesús quien me llamó, fue el brazo de Caravaggio el que se alzó para llamarme. No fue Jesús el que trajo la luz, fue la luz que Caravaggio hacía nacer de sus pinceles, rescatando los cuerpos de la oscuridad, la que me hizo ver claro, la que me invitó a seguirle. Y yo no lo dudé. Dejé de contar monedas y otras cosas y le seguí».

Desde allí, la comitiva se dirigió a la iglesia de San Agostino para ver la Virgen de los Peregrinos para caminar hasta la Piazza Navona y recordar aquel 28 de mayo de 1606 en el que Caravaggio sentenció su destino fatal asesinando en duelo a espada a Ranuccio Tomassoni: «Caravaggio fue herido en la cabeza y Ranuccio cayó al suelo, una caída nefasta que Caravaggio aprovechó para herirle entre las piernas, para humillarlo donde más dolía, en su miembro viril. Con tan mal fortuna que le atravesó la femoral y Ranunccio murio».

Caravaggio tuvo que huir de Roma y ya nunca regresaria. Desde allí, la ruta siguió hasta el Campo dei Fiori para rendir homenaje a Giordano Bruno, plaza donde el sabio heterodoxo fue quemado por defender la infinitud del universo. Caravaggio seguramente presenció esta ejecución antes de pintar El martirio de San Mateo. Desde allí, cruzando el Ponte Sixto, se encaminaron al Trastevere, última parada del recorrido.